El Club Deportivo Ares es la entidad deportiva más laureada de El Camp de Morvedre. Sus numerosos campeones de España dan fe de una brillante trayectoria que se inició hace casi 15 años al retomar la tradición de las luchas olímpicas y que hoy en día mantiene un nivel élite. Sin embargo y como ya ha ocurrido en otras épocas, la escasez económica, derivada en gran medida de la guerra abierta con el Ayuntamiento de Sagunt, ya ha obligado a renunciar a varias citas internacionales y pone en riesgo la participación del club en la liga nacional sénior y en la liga ibérica júnior y escolar.
«Lo único que pedimos —apuntan desde la entidad porteña— es poder sentarnos con la concejala de Deportes —Remei Torrent— y normalizar las relaciones». Y es que la batalla judicial mantiene al Ares sin subvención municipal desde 2012. Mientras, el club ha emprendido una campaña de reuniones con potenciales patrocinadores privados, que «se echan atrás cuando conocen los contenciosos que tenemos que el ayuntamiento».
Los conflictos con el consistorio también se mantienen por la instalación y horarios de entrenamiento. Este problema parecía solucionado hace unos años al proyectarse un centro especializado dedicado a las luchas olímpicas, que finalmente resultó un fiasco y dejó al Ares en el «pasillo de mercancías» de la piscina de Almudàfer, espacio insuficiente donde «muy lamentablemente» en los meses de verano ni siquiera puede entrenar.
En este caso y con el centro de tecnificación más cerca de Valencia que de Sagunt, la solución pasaría, según creen desde el Ares, en «construir por el lado este del pabellón José Veral un espacio gemelo al que se hizo junto al campo de fútbol del Biensa para funcionar como aula de salud».
Los problemas económicos, «estamos sin un euro en la caja», pueden obligar incluso a aparcar la labor social que le lleva al club a asumir la licencias federativas y los gastos de ropa de varios de sus luchadores que no pueden permitirse esos gastos.
Y pese a todas estas dificultades, el Ares vive uno de sus momentos deportivos más dulces, hasta el punto de contar en sus filas con dos aspirantes, Richard Gil y Eugenia Bustabad, a estar el próximo verano en Río de Janeiro para participar en los Juegos Olímpicos. Con el objetivo de sellar su clasificación, ambos tienen en el horizonte tres torneos que se disputarán en Serbia, Mongolia y turquía.
Cantera de campeones
Pero ellos son solo la punta de lanza de la lucha en la comarca, que cuenta también con otras promesas que disfrutan de becas en distintos centros de alto rendimiento, como Jesús Gasca, Roberto Plumed, Blanca Rodríguez, Adrián Valero, Félix Sánchez y Rubén Muñoz. Otra muestra del momento del Ares es la presencia de ocho de sus luchadores en la concentración nacional que próximamente tendrá lugar en Sierra Nevada para las selecciones españolas sénior y júnior.
