La fiesta de Moros y Cristianos volvió a llenar de música, ambiente y colorido las calles de Sagunt en un año muy especial, por su 25 aniversario, y lleno de novedades que atrajeron a más público. Así lo aseguraban los responsables de la fiesta. «Ha habido muy buen ambiente; ha habido más gente viendo nuestras actividades por las novedades que habíamos preparado; además había más gente de otras ciudades españolas y turistas extranjeros que en otras ocasiones», explicaba a Levante-EMV el presidente de la entidad organizadora, Mario Aparisi.
En la Entrà donde participaron unas 500 personas, muchos tramos fueron un hervidero. Además, las escenificaciones realizadas por la asociación Passió per Sagunt fueron muy aplaudidas. «Gustaron mucho y han hecho más vistoso, si cabe, este acto», decía además de reconocer que ya están trabajando en la posibilidad de otra colaboración de esta entidad para el próximo año ya no solo en este evento sino en el de las Ambaixades.
Uno de los momentos más aplaudidos de esta jornada fue el paso de los boatos de las capitanías, uno de los secretos mejor guardados, donde llamaron la atención unas simpáticas ocas muy bien adiestradas. Éste fue un día especial para los capitanes moro y cristiano, Guillermo Anda y Cristóbal Pecino, respectivamente, así como para las abanderadas de Almorávides, Jaume I y Llancers de Morvedre, Paula Anda, Barbara Moltó e Irene Gallardo.
Con motivo del 25 aniversario de estos festejos, participaron en este acto tres escuadras de la desaparecida comparsa mora Califes y, según ha informado Mario Aparisi podrían volver a la fiesta pronto. «Ésa es la intención que tienen, quieren volver a desfilar y a participar de la fiesta porque han disfrutado mucho del desfile y esto es algo que engancha; esperamos que pronto regresen», decía. Aún así, la crisis se notó en algunos trajes y hubo cortes en el desfile; aspectos que se prevén mejorar.
El programa culminó al día siguiente con el Dia de la Conquesta y la celebración de las Ambaixades en el Castillo de Sagunt. Como novedad, además de los discursos de los embajadores, hubo una recreación de la batalla interpretada por alrededor de medio centenar de personas, además de un tren turístico. «Hacía mucho tiempo que no se veía el Castillo tan lleno; este año había más expectación y también ha ayudado el tren», ha afirmado. Pese a las dificultades para mantener la fiesta, el presidente de la Associació de Festes de Moros i Cristians ha asegurado: «Nos ha felicitado mucha gente y eso anima a continuar con las fiestas otro año más».
