La II edición del Truenorayo Fest cumplió las expectativas y, durante el fin de semana, agotó el aforo del Casal Jove del Port de Sagunt en diversos conciertos. La cita con la música, la autoedición y la cultura underground reunió a 17 bandas que ofrecieron más de 16 horas de música en directo, en un festival de entrada gratuita que comenzó el viernes y concluyó el domingo con numerosas actividades paralelas.
Sin embargo, el vandalismo registrado en los alrededores «deslució» el balance final de «un brillante y reconocido festival», como reconocía ayer a Levante-EMV el concejal de Juventud, Guillermo Sampedro (EU), después de las quejas vecinales que provocaron los restos de «botellón» encontrados por las calles cercanas al Casal Jove y los daños denunciados por el responsable de una finca, que apareció con el timbre roto.
El edil lamentó lo ocurrido, pidió disculpas a los vecinos y aseguró que, a la vista de lo sucedido, el gobierno local «mejorará los protocolos de seguridad y limpieza para evitar en lo posible estas cosas, tanto en festivales como en otros actos que se hagan en el Casal Jove». Sampedro, no obstante, matizó que los restos del botellón «estaban retirados sobre las 12,30 horas del domingo y el sábado, antes» si bien su idea, de cara a otros eventos, era «intentar que eso no vuelva a ocurrir». Según apuntaba: «La oferta nocturna del Casal debe mantenerse, igual que a nadie se le ocurriría proponer eliminar las fallas o las fiestas patronales porque hubiera quejas por molestias. Ahora, queremos compaginarla mejor con el derecho a descansar, a tener las calles limpias y seguras», decía.
Aún así, el edil recalcó la buena afluencia registrada, tanto de público comarcal como llegado desde Valencia, el reconocimiento logrado por parte de expertos, «que lo destacan en el panorama valenciano y nacional» y la variedad de actividades paralelas: Muestras, talleres, charlas y exposiciones.
