La mala organización del juego de supervivencia celebrado en Sagunt dentro del Festival Zombie y de Terror ha provocado decenas de críticas, que reclaman la devolución de los 30 euros que pagaron para disfrutar de este juego de rol que organizó la empresa Bonito Cadáver de Valencia.
Ante el aluvión de quejas en las que las palabras «decepción, timo y fracaso» son una constante, la organizadora del juego se ha mostrado dispuesta a devolver el importe de la entradas si las reclamaciones quedan justificadas.
«La organización pone a disposición un correo eléctronico: bonitocadavervlc@gmail.com con el fin de que los usuarios descontentos puedan enviar sus datos personales, el documento justificativo de la compra de la entrada, así como un breve resumen del motivo de la reclamación, a fin de que una vez estudiada, podamos proceder a la devolución del importe de la entrada». Este es el mensaje de respuesta a los mensajes críticos con el desarrollo de este juego.
Desde Bonito Cadáver se reconoce que el acto «no salió como esperábamos. No estamos nada contentos», asumiendo que falló la organización. Sin embargo, explican que también tuvieron muchas «injerencias». Por ejemplo, señalan que «nos quitaron el atrezzo y los códigos QR que habíamos puesto para poder seguir el juego». A esto añadían que era muy complicado controlar todas las salidas el barrio de Ciutat Vella, donde la gente entraba y salía de sus casas interfiriendo en el juego. «Hubo muchos incidentes», incluso relatan que les quitaban los objetos escondidos que los participantes debían encontrar.
«Dantesco e incontrolable»
«Fue todo dantesco e incontrolable». Tanto es así, que los organizadores estuvieron a punto de suspenderlo, pero las ganas que tenía la gente de participar les frenó. Además, los organizadores consideran que Ciutat Vella «no era un recinto factible para hacerlo, no se daban las condiciones que exigía el juego aunque nosotros creímos en el proyecto», pero hubo muchos problemas. «Nos encontramos hasta las vallas que habíamos puesto para acotar el recinto y por seguridad atadas; hubo muchos obstáculos».
Por otro lado, la participación también fue menor de la que se esperaba, ya que desde el departamento de Juventud, promotor del festival, se calculó la cifra de 400 personas, tal y como avanzó el edil, Guillermo Sampedro, una cantidad que se quedó en 150, aunque desde la organización se matiza que «estos fueron los que siguieron los trámites para participar, pero hubo otros que hicieron su propio juego».
Sampedro, por su parte, calificaba de «deficiente» la organización de este acto en concreto y anuncia en Levante-EMV que «solicitaremos a la empresa que compense a la gente que se ha quejado». El edil también reconoce que hubo poca colaboración de algunos vecinos, no de todos, que hicieron caso omiso a los requerimientos del ayuntamiento pese a las reuniones mantenidas.
