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Sagunt asegura la continuidad de la cantera si Lafarge renuncia a ampliarla

El tripartito garantiza la jubilación de la plantilla agotando los recursos de la explotación actual

El alcalde de Sagunt, Quico Fernández, ha respondido a las declaraciones a Levante-EMV del director de Lafarge, Miguel Ángel Urbano, sobre la necesidad de renovar la autorización de ocupación de monte público para mantener las puertas abiertas de la factoría, «no responden ni a la realidad ni tampoco a la voluntad del equipo de gobierno, que tiene como prioridad mantener los puestos de trabajo», queriendo dar así un mensaje tranquilizador.

A este respecto, Fernández matiza que esta estabilidad pasa «por encontrar una solución que sea viable desde el punto de vista legal y de los intereses generales de la preservación de un espacio natural de primera magnitud como es la montaña de Romeu». El nacionalista añade que «del mismo modo que somos firmes en la defensa de los puestos de trabajo, lo somos en la defensa del medio ambiente, porque nuestra masa forestal y parajes forman parte de nuestro patrimonio natural».

Ante esto, el alcalde explica que en gobierno municipal está dispuesto a firmar un nuevo convenio que suponga, por un lado, la continuidad de la cantera actual sin tocar ni un árbol, pero con la renuncia expresa de Lafarge de ampliar los límites extractivos.

«Lafarge puede ser viable en Sagunt durante 15 ó 20 años sin afectar a la montaña de Romeu. Por lo tanto, entre lo que quedaría de explotación de recursos, que no hay que olvidar que son propiedad de todos los saguntinos, y lo que sería la regeneración de la propia cantera, que es una obligación que tiene la empresa, la plantilla actual de Lafarge está perfectamente garantizada hasta su jubilación», afirma Fernández, una premisa que según el mandatario saguntino admitió el director general de la cementera en España durante un encuentro hace unos meses.

El alcalde tacha al director de Lafarge Sagunt de tener una actitud «poco responsable, que intenta presionar al ayuntamiento de manera poco respetuosa» y ha querido dejar claro que «si la empresa pretende mantenerse en la ciudad durante 400 años a costa de eliminar las montañas, es un conflicto que nosotros no vamos a tolerar».

Camino equivocado y egoísta

El mandatario saguntino avisa de que «si lo que está intentando Lafarge es echarle un pulso al ayuntamiento y a la Generalitat es un camino equivocado y egoísta y que no defiende los intereses de los trabajadores sino única y exclusivamente los de una multinacional que no puede pasar como una apisonadora por encima de los ciudadanos que viven ahora y de los que vivirán en las próximas generaciones».

Respecto a las posiciones de los trabajadores, el alcalde dice que «si entienden que el futuro de su factoría pasa por respetar los límites, no habrá problema y no tienen que convertirse en una arma en mano de una empresa que no respeta ni la ciudad ni el patrimonio natural».

En ese sentido, Fernández pide a Urbano que reconsidere y busque alternativas a Romeu, y que «no utilice el chantaje de sus trabajadores, porque él sabe que no son los puestos de trabajo los que están en riesgo, sino los intereses de su empresa, que busca exprimir al máximo los recursos como si fuéramos una colonia tercermundista de una metrópoli en Francia. Que nos respeten no sólo como institución, sino también como ciudadanos que tenemos un importante tejido industrial, pero también la necesidad de respirar y vivir en condiciones de salubridad y de higiene».

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