Tras 8 años de presidencia ¿se queda con alguna espinita? ¿De qué gestión se va más satisfecho?
Ser presidente de la Cofradía de la Sangre es uno de los mayores honores que puede ostentar un cofrade, pero también tengo claro que su papel principal y del resto de la directiva es la de contribuir al mantenimiento de la celebración en Sagunto de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor tal como lo concibe la memoria colectiva, convertida en tradición. De esa misión es de la que me siento más satisfecho, así como de que gracias al esfuerzo de las mayoralías con las que he compartido estos años se han superado con creces un periodo de gran dificultad económica sin menoscabo ni merma de las actividades. No puedo olvidar el encuentro diocesano de 2011, con la exposición diocesana, fotográfica y la procesión de las cofradías representativas de más de 40 ciudades.
En su artículo del libro de la Semana Santa insta a asumir un reto lanzado hace tiempo por la familia Caruana que se aparcó durante años: la consideración de la Semana Santa Saguntina como Patrimonio Cultural Inmaterial. ¿Cómo es que lo plantea ahora poco antes de su partida y no antes?
No es un planteamiento, es una reflexión sobre su necesidad. Coincide en tiempo con la búsqueda por parte de la ciudad del mismo reconocimiento y creo que la Cofradía y su Fiesta pueden ayudar ese proyecto e ilusión colectiva, pero lo que es más importante, nuestra Cofradía está preparada.
¿Qué beneficios cree que reportaría a la fiesta?
Especialmente los relacionados con nuestro orgullo como pueblo. Nuestra Semana Santa ha consolidado como Fiesta de Interés Turístico Nacional y nadie discute su importancia a nivel social y turístico. No sólo en el periodo cuaresmal sino por ejemplo, con la apertura al público todo el año de la exposición sita en la Ermita y que desde 1994 tiene la consideración de «Colección Museográfica» de la Generalitat. La afluencia de visitantes a la colección y a nuestros eventos lo demuestra. Una vez transcurridos más de 10 años, es necesario dar ya, bajo mi punto de vista, el salto a esa consideración de manifestación cultural viva, con raigambre, fruto de la vocación colectiva por mantenerla.
¿Quién debe liderar ese proceso, la cofradía, el ayuntamiento, una comisión conjunta?
Claramente la propia sociedad saguntina, liderada tanto por las instituciones públicas como privadas y por supuesto dentro del planteamiento desarrollado con la consecución de dicho reconocimiento a nuestra ciudad. Nuestra fiesta debe ser un sumando más.
¿Lo ha llegado a plantear a los políticos locales?
Sólo de forma oral. Debe ser lógicamente la próxima directiva la que deba considerar la viabilidad y oportunidad del proyecto.
¿Qué opina del decreto que prepara el arzobispado para «recristianizar» las hermandades y que no sean «como fallas», obligando a los cofrades a estar bautizados, ir a misa y vivir en la moral católica?
La cofradía y su directiva solo tienen noticias por lo publicado en su periódico. Me gustaría opinar cuando pudiera leer el documento. Nuestra cofradía continuará con lo que ordenan nuestros estatutos y, aparte de conmemorar la Pasión, ayudar a los cofrades, proporcionándoles medios para conseguir una vida más cristiana.
¿Eso puede hacer que se dejen de apuntar cofrades a La Sang?
No.
¿Alguna consideración final?
Sí, dar las gracias a los que sin conocerme o conociéndome poco, confiaron en mí y a quienes de manera anónima nos han ayudado estos 8 años.
