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El hallazgo de otro muro aumenta las incógnitas sobre los restos del AVE en Sagunt

El descubrimiento abre nuevas hipótesis pero confirma la envergadura de una construcción romana reutilizada en época medieval

Hallazgos arqueológicos junto a las obras del AVE.

Hallazgos arqueológicos junto a las obras del AVE.

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Hallazgos arqueológicos junto a las obras del AVE. mónica arribas sagunt

El hallazgo de otro muro ha aumentado las incógnitas sobre el origen de los restos arqueológicos encontrados durante las obras del Corredor Mediterráneo a su paso por Sagunt.

Aunque se mantiene la hipótesis de que hubo una construcción romana reutilizada en época medieval, el muro aparecido ahora a varios metros de distancia ha abierto aún más interrogantes y ha avivado el interés científico por hallar los niveles originales para obtener así información precisa de su datación o posibles usos.

Este último descubrimiento se produjo la semana pasada después de varios días de lluvia y ya fuera de la zona inicial de excavación, justo cuando se estaba adecentando el acceso a pie hasta ella. Como explicaba a Levante-EMV la arqueóloga que está haciendo el seguimiento de los trabajos, Eva Bravo, «presenta signos de ser de época romana y por su gran anchura, de 90 centímetros de grosor, nos indica también que es de una construcción potente. En realidad, podría formar parte del mismo edificio que los dos anteriores o ser un muro perimetral de aquella construcción, así que aún nos ha generado más dudas porque no hemos encontrado más indicios que nos orienten en una u otra dirección», apuntaba.

Losa y tejas romanas

La excavación de la zona ha confirmado la solidez de ese edificio y ha sacado una losa situada debajo de una de las arcadas en lo que podría ser el umbral de una puerta, así como numerosas tejas de época romana. Esto ha llevado a relacionarlas, inicialmente, con parte de esa antigua construcción que en un principio se vinculó a un mausoleo o con otras de su entorno próximo. Sin embargo, de momento, no se han vinculado directamente a la necrópolis romana que situó en la zona el cronista Chabret a finales del siglo XIX. «Huesos de ese cementerio no hemos encontrado. Sólo 4 que no eran humanos», admitía Bravo tras insistir en que la zona había sido muy modificada en el siglo XX.

Después de cuatro días en los que la lluvia interrumpió la excavación, las tareas se retomaron ayer en busca de las cimentaciones y de sustratos asociados a las épocas de construcción. Sólo con estos últimos se podrán despejar las dudas de si hubo un edificio romano que se reconvirtió en época medieval, como se sospecha ahora, y qué usos tuvo en cada época. «Podría ser hasta una posada o una alquería, pero esperemos que se pueda sacar más información», apuntaba otro arqueólogo.

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