Las negociaciones entre Lafarge y el equipo de gobierno de Sagunt se tensan. La falta de acuerdo en la última reunión celebrada ayer entre ambas partes llevará a los trabajadores de la cementera a solicitar a la dirección de ésta que «las abandone, que no se sienten más», adelantaba a Levante EMV el presidente del comité, Félix Vélez de Guevara.
El representante de los trabajadores, que fue invitado por la dirección de Lafarge junto a otros compañeros a asistir a la cita, sin que el equipo de gobierno supiera nada al respecto, considera que lo que «ha habido hoy (ayer) no se puede llamar negociación, es otra cosa», evitando darle un calificativo para no crispar más la situación, afirmaba.
El alcalde, Quico Fernández, compartía con Vélez de Guevara la sensación de tensión y, tras conocer que éste había hecho unas duras declaraciones sobre la reunión, apuntaba como el principal motivo de desencuentro al «retorno de la empresa a posiciones y acuerdos que ya estaban zanjados». Aunque la cementera no puso encima de la mesa de forma explícita la ampliación de la cantera a la zona de Margas, expediente al que había renunciado temporalmente, sí que lo hizo de manera indirecta, según explicó el alcalde. «No aceptaron la protección de la montaña de Romeu como paraje natural hasta que no hubiera una alternativa a la actual explotación», decía, por lo que esa postura ha sido interpretada desde el gobierno como una posibilidad de que la empresa retome la ampliación a esta zona y a la norte.
En cambio desde la empresa, a través del comité de trabajadores, se tiene una versión muy distinta y acusan al tripartito de querer «coaccionarnos y presionarnos» al proponerles «que renunciaran» a la ampliación por Las Margas y a la zona norte «a cambio de facilitarles» la ocupación de monte público solicitada por Lafarge para seguir extrayendo caliza dentro del perímetro actual, permiso que caduca en diciembre de 2017 y que debe renovar conselleria, quien espera un pronunciamiento a favor o en contra del ayuntamiento para otorgarlo o no.
Ante esto, desde el comité aseguran que el alcalde ha expresado que «Lafarge ocupará Las Margas por encima de mi cadáver», frase que Fernández ratifica haber expresado justificándola en la prioridad de proteger la montaña y asegurando que la ampliación a Las Margas sería una «aberración medioambiental. Nuestra prioridad es el respeto al medio ambiente y a la salud», añadía.
El alcalde asegura haber dejado claro en la reunión que el gobierno local «es favorable a que Lafarge siga explotando la cantera Salt del Llop dentro del perímetro actual, es decir una ampliación hacia abajo», palabras con las que se muestra partidario a la ocupación de monte público, pero matiza que «simultáneamente a esto se debe proteger la montaña de Romeu como paraje natural. Al mismo tiempo que se busquen alternativas para abrir otra cantera bien en este término municipal o en otro», decía dejando una puerta abierta al Pinyal. Para los trabajadores esta propuesta solo busca «limitar la actividad de la empresa a la ubicación actual, darle fecha de caducidad», ya que de ser así, y atendiendo a las reservas y el nivel de producción, la cantera abierta podría mantenerse de 8 a 14 años, explicaba Vélez.
