La conselleria de Cultura deja en manos de Sagunt el futuro de la Fundación de Patrimonio Industrial, propietaria y gestora de los principales monumentos del Port. La administración autonómica presentaba esta semana al ayuntamiento un informe jurídico-económico con tres alternativas para solucionar la crítica situación que padece la entidad, con unas deudas que superan los 100.000 euros y que han llevado a tener que cerrar las puertas del Horno Alto, por falta de fondos para hacer frente al seguro de responsabilidad civil.
Según el concejal de Patrimonio, Pablo Abelleira, la conselleria plantea las opciones de continuar con la fundación, crear una nueva o disolverla. En cuanto a la primera, para su viabilidad sería necesario buscar nuevos patronos e intentar el retorno de los que se han marchado, como la Autoridad Portuaria de Valencia o la Fundación Bancaja.
La disolución, según Abelleira, pasaría porque el ayuntamiento se convirtiera en el gestor del patrimonio industrial y propietario de los bienes como el Horno Alto o el museo industrial. Precisamente esta es la opción por la que aboga el edil de ADN Morvedre: «Yo creo que hay que ser valientes y apostar porque las propiedades sean municipales y poner fin a la fundación».
Sin embargo, sobre esta alternativa, Abelleira asegura que ya hay voces críticas que consideran que esta opción supondrá una importante carga económica para el ayuntamiento, aunque el edil insiste en que también permitiría gestionar «nuestro patrimonio», explicaba matizando que se trata de una «opinión personal».
De momento, el informe se encuentra en secretaría, desde donde se está estudiando para posteriormente emitir un dictamen sobre la conveniencia de una opción u otra tanto a nivel jurídico, como económico y social.
Mientras se estudia el documento, Abelleira tiene la intención de informar hoy a los distintos partidos políticos de la corporación en la junta de portavoces que se celebra esta mañana. La intención del equipo de gobierno es «dar participación a todos en esta decisión tan importante para Sagunto, ya que se trata del futuro de nuestro patrimonio industrial». Además de los partidos, Abelleira quiere contar con la opinión de la propia fundación y de sus patronos.
«La decisión que tomemos debe tener un importante soporte legal y principalmente ser fruto de un consenso entre todas las partes». Para el equipo de gobierno, «nuestra responsabilidad máxima es dar solución a los empleados de esa fundación», a los que se les adeuda año y medio de salarios, sueldos que no han podido cobrarse por falta de liquidez, a lo que se suma factura de internet y teléfono.
Impagos
La salida de patronos, la reducción de la aportaciones de la conselleria, como principal patrono y el impago de la subvención de 2015 por parte del Ayuntamiento de Sagunt han ido agravando la situación, motivo por el que el consistorio requirió a la conselleria una solución desde el pasado mes de noviembre, que finalmente ha llegado esta semana aunque no de forma explícita. «Al final, la conselleria deja la pelota en el tejado del ayuntamiento», terminaba Abelleira.
