La tragedia sobrevino el pasado martes, sobre las 22 horas, cuando un hombre de origen argelino se bañaba junto a un familiar y un amigo. Estos dos últimos iban con frecuencia a nadar de espigón a espigón y la víctima tenía menos pericia, como explicaron luego a la policía. Sea como fuere, cuando uno de ellos llegó a su objetivo y vio que el otro no llegaba, vio un cuerpo boca abajo, inmóvil en el agua, y por más que se hicieron esfuerzos por salvar su vida, todo fue inútil. Varias patrullas de la Policía Nacional fueron las primeras en llegar al lugar. Junto a una ambulancia con Servicio Vital Básico, hicieron unas maniobras de reanimación que se prologaron durante más de media hora. Sin embargo, todo fue en vano y el SAMU acabó certificando su muerte. Será la autopsia la que deba determinar las causas exactas del fallecimiento. Mónica arribas sagunt
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