Quince son los rescates que tiene en su haber la playa de Port de Sagunt desde que se inició la temporada a finales del mes de junio. De éstos, un total de 10 se han producido en el conocido espigón de Ciudamar, que también se cobraba el pasado 19 de julio la vida de un vecino de la localidad de 40 años de edad y origen argelino.
La cifra de rescates responde a la media del año anterior, donde se anotaban un total de 35 a final del verano, tal y como ha avanzado el concejal de Playas, José Vicente Muñoz, un año que también se cerraba con otra víctima del espigón.
La mayoría de las intervenciones que han realizado los socorristas en lo que va de temporada estaban dentro del horario de servicio de salvamento, excepto dos: La que acabó con un trágico final y la del pasado 10 de julio, que requirió la intervención de un helicóptero dado el fuerte oleaje, que sacó a cuatro personas del mar: Dos bañistas más un policía local y un socorrista fuera de servicio que se lanzaron al agua a salvar a las dos personas que tenían serias dificultades para salir.
Los últimos rescatados han sido un familia formada por un matrimonio y su hijo, que no podía salir del agua, y un hombre, que se bañaba en el espigón la semana pasada, con dificultades para llegar a la orilla. Ninguno de ellos tuvo que ser trasladados al hospital
A tenor de las estadísticas que maneja el servicio de salvamento y socorrismo, tal y como ha revelado Muñoz a Levante-EMV, la media de edad de los rescates está entre los 30 y 50 años. «La mayoría son personas que cometen imprudencias. No saben nadar y se meten tan adentro que luego no pueden salir, y otras que se arriesgan a hacerlo en el espigón, con el peligro que tiene de la zona». A estos datos se añade la procedencia de fuera de la localidad de la mayoría de los bañistas socorridos.
