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Especie

Inusual colonia de flamencos en Quartell

Las aves acuden hasta en agosto al marjal en busca de alimento fácil gracias a la cantidad y la calidad de sus aguas

Inusual colonia de flamencos en Quartell

El marjal de Quartell se ha convertido incluso en pleno verano en un reducto para aves parcialmente migratorias que se detienen en busca de alimento. En concreto, un grupo de unos cincuenta flamencos se pueden ver aún en la zona, para perplejidad de vecinos y turistas que acuden a las playas de Sagunt.

Entre ellos se observan animales jóvenes y adultos procedentes de diversas colonias de cría que ya han abandonado y optan por buscar alimentos en otras zonas.

Los flamencos que visitan el marjal de Quartell suelen desplazarse desde la zona de la Camarga de Francia hasta Marruecos. «Estas aves se mueven por el Mediterráneo, desde Francia hasta Marruecos a través de toda la vertiente este de España; de ahí que sus posibles zonas de cría sean el Delta del Ebre, las Salinas de Santa Pola y Torrevieja, Doñana o la Laguna de Fuente de Piedra», apuntaba Ángel Bereje, un integrante de Acció Ecologista Agró que lleva años anidando aves en esta zona.

La visita de los flamencos en esta época es poco habitual, pero tampoco es extraordinaria, según Bereje, puesto que su característica como migrador le lleva a buscar alimentos en zonas salobres que encuentren a su paso.

Ésta ha sido la clave, a su juicio, para que se detengan en el marjal de Quartell, una zona que por el momento cuenta con suficiente agua para lograr mantener la visita de estas y otras muchas aves limícolas como Camallongues, Correlimos o Andarríos entre otras. «Es un momento fantástico para visitarla. En primavera cuando normalmente constatamos la llegada de centenares de flamencos en el Quadro de Quartell, el agua suele estar mucho más alta y a estas aves que se alimentan de limo no siempre se puede acceder. Ahora el espectáculo está garantizado», añadía Bereje.

Los flamencos que han captado múltiples instantáneas de turistas siguen cada día en el marjal en busca del alimento que obtienen del agua tras su filtrado con el pico y la lengua; una parada en su viaje que reiterarán en diversas ocasiones puesto que estas aves vuelven siempre a la colonia donde nacieron para reproducirse.

El marjal de Quartell, aunque ha visto reducidos sus niveles de agua en los últimos días, deslumbra en gran parte del año tanto a curiosos como a expertos ornitólogos pues alberga a centenares de aves migratorias que retornan de criar en el norte de Europa.

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