Las cucañas marítimas volverán este lunes a la dársena pesquera de Port de Sagunt no exentas de polémica. En esta ocasión la novedad no será el rechazo por parte de las peñas a uno de los eventos más característicos de las fiestas patronales, como ya sucedió el año pasado ante la ausencia de patos vivos, sino por el descontento por parte de los participantes de las pruebas deportivas tras los problemas que han tenido con Hacienda.
Según relatan varias personas que participaron en las pruebas del palo engrasado de 2015, los cobros de los premios en metálico se demoraron casi dos meses. «En 22 años que llevo participando en las cucañas de mi pueblo nunca había pasado esto. Me sentí muy defraudado», explica Mariano Muñoz, muy conocido en la población y que cada 15 de agosto se convierte en el ganador de las cucañas tras recoger diversas banderas. «Siempre nos habían dado el premio al instante, en el mismo muelle, pero el ayuntamiento nos entregó el cheque en octubre. El problema es que nadie nos informó que luego Hacienda nos practicaría una fuerte retención y, cuando me llegó el borrador de la declaración, me quitaban 80 euros de los 400 que gané por coger tres banderas», añade.
Así pues, los participantes con los que ha hablado Levante-EMV no critican el sistema de pago realizado por el consistorio, que pasó a organizar las cucañas de urgencia ante la negativa de la Federación de Peñas por no haber suelta de patos vivos, sino el hecho de que nadie les advirtiera de la retención a la que están sujetos los premios en metálico. «Tanto el día de las cucañas como posteriormente, gente del ayuntamiento me aseguró que no se nos cobraría nada del premio, ya que corrió el rumor por el muelle de que iba a suceder algo así. Y por detrás, luego, te pegan el palo. Aún así, participaré igualmente, pero antes quiero hablar con la concejala de Fiestas y con el alcalde», dice Muñoz.
Otro participante no entiende por qué tuvo que declarar parte de su premio dinerario «mientras los ganadores de obsequios por el canje de los patos de goma no tuvieron que pagar parte del premio».
Organización a contrarreloj
Por su parte, la concejala de Fiestas, María Giménez, quien desconocía este malestar, asegura que el ayuntamiento se vio obligado a organizar unas cucañas a contrarreloj «con tan sólo un día de margen» ante la negativa de las peñas a hacerse cargo del evento y que, en ese sentido, no tuvieron tiempo de prever ciertas cuestiones que este año se han depurado gracias a una normativa ad hoc para el acto. Estas normas están elaboradas según los requerimientos de la Ley General de Subvenciones y, por lo tanto, no permitirá la entrega de dinero en metálico en mano a los participantes, como daba la Federación de Peñas a partir de las aportaciones realizadas por empresas colaboradoras. En este sentido, el consistorio ya ha informado de que cualquier premio de cuantía superior a los 300 euros llevará una retención de IRPF de un 19%.
«Lo triste es que preocupe más una retención que se practica legalmente que una posible sanción de 45.000 ó 60.000 euros por las sueltas de patos vivos que se han realizado», indica la edila. Precisamente, la Conselleria de Justicia ha iniciado un nuevo expediente sancionador al consistorio saguntino por la suelta de patos de 2013 ante la «presunta infracción administrativa tipificada como muy grave» en la Ley de Espectáculos. El proceso se suma a los anteriores de 2011 y 2012 que se encuentran en los tribunales.
Además de este aspecto más lúdico del cierre de las fiestas patronales, el lunes se han programado actos religiosos con motivo de la celebración de la Virgen de Begoña, patrona del Port de Sagunt. Así y después del volteo de campanas al mediodía, a las 19 horas se oficiará una misa de acción de gracias en la parroquia de Begoña, a la que seguirá una procesión por las calles 9 d'Octubre, Virgen de los Dolores, Teodoro Llorente y Trabajo, antes de regresar a la iglesia.
