El gobierno de Sagunt no da marcha atrás en su amenaza de romper el convenio con Lafarge por los supuestos incumplimientos de la empresa. Una vez conocida la tramitación municipal del expediente de resolución de este acuerdo y después que la cementera argumentara que la información solicitada ya había sido remitida, el tripartito aprobó ayer seguir con la tramitación, aunque abrió la vía a una solución «amigable», siempre que la multinacional atienda los requerimientos municipales antes del pleno de la próxima semana.

Con este objetivo, la concejala de Medio Ambiente, Teresa Garcia, anunció ayer la convocatoria de la comisión paritaria de seguimiento del convenio para el próximo viernes, cuando «si la empresa nos facilita la información „especialmente la que se refiere a la restauración de la cantera del Salt del Llop„ quitaremos el expediente del resolución del orden del día del pleno».

Según puntualiza la nacionalista, el objetivo de estos pasos administrativos es «poner encima de la mesa todas las cosas que necesitamos saber para modificar el convenio y dar viabilidad a la empresa», aspecto que pasa por «habilitar una nueva zona extractiva en El Pinyal». Pero para habilitar esa alternativa «necesitamos saber en qué grado de restauración está la cantera del Salt del Llop y otra serie de asuntos que se debe reflejar en el nuevo convenio».

Así y pese a la agria disputa que mantienen ambas partes, Garcia pide a la empresa que «confíe en la buena voluntad del ayuntamiento», al tiempo que pide esa misma actitud por parte de la empresa para «llegar a acuerdos, que ha sido siempre el espíritu con el que trabajamos».

La concejala de Medio Ambiente también dedicó palabras a la oposición, que «incomprensiblemente» se marchó antes del inicio de la comisión que ayer dictamina sobre este asunto al retrasarse más de media hora su inicio. «Pedimos respeto al resto de grupos, porque se está tomando este tema desde un punto de vista amarillista al exagerar las posturas y adoptar posiciones maximalistas sin atender lo que el gobierno transmite».

La nacionalista añade a este respecto que «estas posturas tan llamativas no favorecen un clima que tiene que conducirnos a la solución definitiva, que recordemos, tiene que proteger la montaña de Romeu, respetar los derechos de los vecinos, tiene que habilitar una alternativa extractiva para la empresa y tiene que asegurar que el lugar de explotación actual se restaure. El ruido que hace el histrionismo de la oposición no contribuye a establecer un clima de diálogo que nos conduzca al éxito en una negociación larga y difícil, en la que hay muchas cosas en juego porque se trata de un bien público y también de los intereses de una empresa que tiene muchos puestos de trabajo que estamos decididos a conservar».