El frustrado macroproyecto lúdico-educativo de Alfara de la Baronia, que estaba valorado en cerca un millón de euros y fue impulsado hace unos años por el gobierno local del PP, sigue pasando factura al consistorio. El ayuntamiento, gobernado ahora por los socialistas, se ha visto obligado a sacar un préstamo de 180.000 euros para hacer frente al pago de de los terrenos reservados para este complejo que, según se dijo en su día, se iba hacer realidad gracias a una inversión casi idéntica al presupuesto municipal de un año.
El presidente de la corporación local, Carlos Herrera (PSPV), aseguraba que de este modo se va a «saldar la deuda que los populares adquirieron con los propietarios de los terrenos». Según el socialista, estos últimos no habían recibido compensación alguna por aquella «ocupación forzosa». Tal y como indicaba: «La situación que nos encontramos cuando accedimos al gobierno el año pasado fue bastante desagradable. En ningún momento, los propietarios de las parcelas que fueron ocupadas para la construcción del trinquete tuvieron ninguna reunión con el equipo de gobierno del PP y, por consiguiente, no hubo acuerdo respecto a la valoración de estos terrenos».
Después de cinco años de espera por parte de los vecinos para que se hiciera efectivo el pago de los terrenos, cerca de 4.000 metros cuadrados, ha sido el nuevo gobierno municipal el que ha hecho frente a estas obligaciones, a tenor de lo dispuesto por un jurado de expropiación. En concreto, a una decena de propietarios, ya que otros han optado por la vía judicial.
Desperfectos en la piscina
Pero éste no ha sido el único gasto que ha afrontado la nueva corporación, ya que, según ha podido conocer Levante-EMV a través de otras fuentes municipales, el ayuntamiento ha gastado cerca de 6.000 euros en arreglar los desperfectos que padece la piscina descubierta, elemento que forma parte del complejo y que actualmente es la única infraestructura acababa.
La piscina ha tenido que ser arreglada después de la aparición de grietas que alertaban de posibles fugas, según apuntan estas mismas fuentes.
A esto se une el trinquete, que era la instalación estrella del proyecto. Según el actual alcalde, su antecesor en el cargo, José Terrádez, «intentó habilitar la infraestructura en, al menos, tres ubicaciones distintas. En dos de ellas, llegaron a hacerse los agujeros y movimientos de tierras, lo que conllevó un gasto para las arcas municipales de aproximadamente 35.000 euros, que también han sido abonados por los actuales gestores. Ésta ha sido la manera de hacer las cosas durante años por el equipo de gobierno del PP, que ahora repercute en todos los vecinos de nuestro pueblo».
Los populares siempre responsabilizaron de esta situación al paso de una línea eléctrica por los terrenos escogidos y que, ante la imposibilidad de soterramiento, en un primer momento, se fue optando por otras ubicaciones. Sin embargo, el tema no terminó de resolverse y el proyecto quedó a la espera de poder ejecutarse.
