El Ayuntamiento de Sagunt y la Demarcación de Costas mantienen intensas negociaciones sobre varias materias con un nexo común entre ellas: el organismo estatal se desentiende de las obligaciones pendientes desde hace años y se las traspasa al consistorio. Así ocurre con el paseo marítimo del Port y también con el Grau Vell, donde ambas partes reconocen a Levante-EMV que hay buena sintonía para que el Ministerio de Medio Ambiente ceda su gestión durante los próximos 75 años y sea la administración local la que proceda a su recuperación y puesta en valor.
Estas negociaciones aceleran después de una denuncia interpuesta por la Policía Autonómica por los desperfectos detectados en este bien, declarado de interés cultural (BIC) en 1992. Los mayores daños están concentrados en la torre-fortín, construida en el siglo XVI para la vigilancia de los turcos y berberiscos que venían del mar, y el almacén adyacente, datado entre los siglos XVII y XVIII. Frente a esta denuncia, que llegó al Ayuntamiento de Sagunt y de ahí fue remitida a Costas, el organismo estatal envió a uno de sus técnicos para que hiciera una inspección, tras la cual «reconocieron que tiene problemas, pero que los daños no son estructurales», explica el concejal de Urbanismo, Pablo Abelleira.
Desde la entidad dirigida en Valencia por Vicente Ibarra se confirma que «se nos dijo que amenazaba ruina, pero nuestro informe sólo detectó ciertos desperfectos, pero no en las estructuras, que se mantienen como hace 10 años», según aseguran fuentes de la Demarcación de Costas.
Como Baelo Claudia en Tarifa
Sea cual sea el estado de conservación de los restos visibles del Grau Vell, desde el organismo estatal se precisa que «estamos de acuerdo en la concesión de todo el espacio arqueológico, que supondría la cesión —al ayuntamiento— de las competencias para su rehabilitación». Como ejemplo del tipo de gestión que implicaría esta maniobra, fuentes de la Delegación de Gobierno en la Comunitat Valenciana señalan la playa Bolonia de Tarifa, donde el yacimiento de Baelo Claudia está gestionado desde hace décadas por la Diputación de Cádiz y cuenta con un centro de interpretación, que el año pasado registró un récord de visitantes con más de 150.000 turistas.
En cualquier caso, el acuerdo todavía tiene que fructificar, aunque no se descarta que el ayuntamiento ejecute antes una «pequeña intervención», presupuestada en cerca de 60.000 euros, para solucionar los desperfectos más evidentes. A partir de ahí, el siguiente paso sería convertir la torre en un centro de interpretación, según asegura Abelleira, y entonces se debería disponer ya de un proyecto que recoja las complejidades de la zona, enclavada en dominio público marítimo terrestre, pero que cuenta con edificaciones y viviendas.
