Muy contentos. Así acabaron jugadores, aficionados y técnico del Fertiberia BM Puerto tras la primera victoria en casa de la temporada (29-25 frente al Ángel Ximénez Puente Genil), que sitúa a los rojiblancos en la octava posición con 5 puntos de margen con la zona de descenso. «Fue un partido muy completo», añade el entrenador, Nikola Milos, quien reconoce que «empezamos fríos, pero después dimos la talla».

De hecho, los cordobeses anotaron los tres primeros goles del partido en 3 minutos, pero tardaron 20 en anotar los siguientes cuatro. Además del esfuerzo defensivo, contagiado otra vez por una gran actuación de David Bruixola en la portería, los rojiblancos encontraron la fluidez ofensiva bajo la dirección de Rubén Ruiz, con Alex Pozzer en su habitual papel de ejecutor, bien secundado por Alfredo Sorrentino y Pacheco.

«Todavía nos faltan detalles para mejorar», admite el técnico croata, quien destaca que «cuando nos falta alguien lo notamos mucho», aunque también se muestra especialmente satisfecho de que «cuando unos no están finos —como el caso de Spiljak, que volvió a derrochar una gran energía pero falló los seis lanzamientos que intentó— surgen otros para tirar del equipo».

Sobre la importancia del encuentro, Milos añade que «este triunfo nos da confianza y tranquilidad, después de empatar algunos partidos que podíamos haber ganado y eso siempre crea dudas». El Fertiberia también tuvo que superar un bache frente al Puente Genil, cuando una ventaja de 6 goles quedó reducida a 1 en la segunda mitad, aunque Bruixola y Sorrentino volvieron a emerger.

Fantástico Sorrentino

Sobre este último, Milos confiesa que «estuvo fantástico, porque no entrenó en toda la semana». El próximo compromiso con la mirada puesta en escalar alguna posición más será el sábado que viene en Pamplona frente al Helvetia Anaitasuna, que es sexto con un punto más que los porteños.