El grupo municipal del PSPV en Sagunt rebajó ayer sus exigencias para aprobar mañana en el pleno un nuevo impuesto de bienes inmuebles (IBI) para 2017 que evite una subida automática del 10 % en los recibos que pagan los ciudadanos.

La concejala de Hacienda, Teresa Garcia, ha asegurado que va a «estudiar» la nueva propuesta presentada ayer por el portavoz socialista, Francisco Crispín. No obstante, en declaraciones a Levante-EMV, insistía en que «de momento, no hay ningún acuerdo. Hay que hacer números y confirmar que no supone ningún quebranto para el ayuntamiento», decía. Garcia admitía tener sus dudas en este último aspecto, pues apuntaba que, con el nuevo planteamiento del PSPV, la recaudación municipal «disminuiría en medio millón de euros sobre la cantidad que el gobierno local ya había reducido en 200.000 ? para tratar de llegar a un acuerdo. Por tanto, sería renunciar a 700.000 ? de ingresos y eso dificultaría cuadrar el presupuesto de 2017», agregó.

La nueva moción socialista llega después de que el tripartito no haya conseguido los apoyos necesarios para sacar adelante su propuesta. El PSPV defiende ahora una rebaja del IBI tanto a nivel urbano, como rústico e industrial, que absorbiera el 10 % de incremento previsto por el catastrazo». «El recibo costaría unos 5 ? menos de media», decía el portavoz socialista. «Todos los tipos bajarían, excepto el de las grandes empresas, que se mantendría en el nivel máximo para que pague más el que más tiene». Según apuntaba: «En un ejercicio de responsabilidad, hemos buscado un equilibrio, para lograr una reducción pero que no pusiera en riesgo la inversión del ayuntamiento». Por ello, añadía: «Espero que no sólo el equipo de gobierno apoye la propuesta».