El Grau Vell de Sagunt y sus cerca de 1.000 años de actividad portuaria empiezan a emerger de las oscuras profundidades en la que estaban confinados, pese a contar desde hace casi 25 años con la declaración de bien de interés cultural (BIC). Y es que el expolio de las primeras épocas dio paso a un abandono que mantiene su principal elemento patrimonial en superficie, el fortín medieval, en un estado «deficiente» que requiere «obras urgentes», según el Patrimonio Nacional del Estado, organismo que es su propietario.
Frente a esta situación, que incluye incluso una denuncia de la Policía Autonómica por los desperfectos detectados, y ante la reiterada negativa de la Demarcación de Costas en Valencia a invertir en la rehabilitación del conjunto, el Ayuntamiento de Sagunt inició hace meses unas negociaciones con la institución dependiente del Ministerio de Medio Ambiente que han tenido su primer reflejo administrativo en la apertura del periodo de exposición pública del proyecto municipal para encargarse de la gestión y conservación de los más de 1,5 millones de metros cuadrados del Grau Vell.
Aunque el procedimiento podría dilatarse, fuentes municipales confían en desbloquear cuanto antes la recuperación de este espacio, en el que, con una estimación que ronda los 4 millones de euros de inversión, se presente poner en valor del antiguo puerto íberorromano, rehabilitar la torre y el almacén para convertirlos en un museo portuario, comercial y marinero de Sagunt, así como ampliar las excavaciones con iniciativas como la organización de un taller permanente de arqueología con estudiantes universitarios, a los que se podría alojar en la antigua escuela del Grau Vell mediante su conversión en un albergue.
Aportación de la APV
Entre la necesaria colaboración que el consistorio busca para desarrollar este proyecto destaca la Autoridad Portuaria de Valencia, que, según fuentes municipales, tiene pendiente la aportación del porcentaje cultural en las obras de desarrollo en Sagunt.
