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Rehabilitación

En busca de 'invisibilidad' en el Castillo

El consistorio de Sagunt pide que las obras en marcha no alteren el monumento

En busca de 'invisibilidad' en el Castillo

La búsqueda de la «invisibilidad» de las nuevas intervenciones en el Castillo de Sagunt se ha convertido en todo un objetivo para el ayuntamiento, con tal de que los materiales empleados para rehabilitar y dar seguridad al monumento sean lo más discretos posibles, de manera que no resten protagonismo al monumento.

El alcalde de Sagunt, Quico Fernández, volvió a insistir ayer en este extremo al visitar las obras de emergencia que ha emprendido el Ministerio de Cultura ante el riesgo de caída de la Puerta de Almenara y el mal estado que presentaban otros puntos del recinto a raíz de las últimas lluvias torrenciales.

El deseo municipal es que ni en la puerta de Almenara, ni en otras partes del monumento se introduzcan «materiales impropios que entren en competencia con la correcta lectura del monumento». Como apuntaba el alcalde a Levante-EMV, «ni queremos rehabilitaciones que engañen luego al visitante, simulando antigüedad donde no la hay, ni queremos parches o intervenciones impactantes».

Los arquitectos responsables de estas obras, Luis Almena y Elisa Moliner, siempre han asegurado en que la restauración se va a hacer con técnicas idénticas a las utilizadas en su día y sin alterar la imagen del monumento, como ya avanzó Levante-EMV. No obstante, el alcalde tiene claro que hay precedentes en la ciudad «de actuaciones demasiado impactantes» en los que no quiere volver a caer, desde la rehabilitación del Teatro Romano o actuaciones llevadas a cabo en el propio Castillo. Entre estas últimas no le faltaban ejemplos, desde la cubierta roja que se puso sobre el edificio del futuro centro de visitantes «que se ve desde algunas zonas de la ciudad y choca mucho con el conjunto», a la puerta sur impulsada hace años por el ministerio y diseñada por Portaceli «que no va a ninguna parte» o bien las barandillas de color beige y los muros blanquecinos que hay ahora junto a la entrada al monumento, después de la última intervención del ministerio, que se acabó hace unos meses.

Nueva visita

Todas estas cuestiones se abordaron ayer en la visita a las obras que realizó el alcalde ju¡nto a técnicos de la conselleria y del ministerio. «Lo importante es que hay voluntad de consenso», decia Fernández a este diario, además de considerar fundamental una coordinación entre las tres administraciones para que las intervenciones en el exterior del monumento, como las obras realizadas por el ayuntamiento en los accesos, sigan también los mismos parámetros.

El alcalde ya transmitió esta preocupación al delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, cuando éste acudió al monumento poco después del inicio de las obras. Entonces, a preguntas de este diario, Moragues abogó por un trabajo «conjunto, coordinado y leal». Sobre el tema de la «invisibilidad» planteada por el alcalde reconoció que «como ciudadano», él también abogaba porque «cuanto menos agresiva sea la intervención, mejor», pero insistió en que «los que tienen que opinar en este asunto son los especialistas, siempre con supervisión arqueológica», dijo.

Desde el ayuntamiento también se reclamó ayer que la puerta de Almenara se consolide lo más pronto posible, dado que es uno de los símbolos del Castillo y que sus obras impiden el paso a parte del monumento. «Hemos insistido en la necesidad de concentrar los trabajos en la puerta de Almenara, puesto que en estos momentos el acceso a todo el sector oriental del Castillo está bloqueado. El resto de intervenciones que se están llevando a cabo son en puntos que no presentan ningún tipo de conflicto y, por lo tanto, no son tan prioritarias. Son consolidaciones de muros que tienen afectaciones de escombros, en un caso por la acción de unos pinos, los cuales se van a cortar, y en otros casos ya son obras de recuperación de tapiales que, por el paso del tiempo, se han degradado totalmente», apuntaba el alcalde.

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