Las viejas casas que salpican la ladera sur del Castillo de Sagunt tienen sus días contados. El ayuntamiento ya ha ordenado derribar una de estas construcciones, después de obtener su propiedad, y así lo ha advertido a un hombre que vive de okupa allí. Además, ultima los trámites para hacer los mismo con las otras dos casetas abandonadas que hay en la zona.
La medida permitirá acabar con varios inmuebles cuyo deterioro ha sido imparable en las últimas décadas y cuyas inmediaciones se han convertido en focos de suciedad, como era perfectamente visible tanto desde las inmediaciones del lugar como desde la senda dels Lladres que da la vuelta al Castillo por su parte exterior. Esto había sido denunciado hace tiempo por algunos vecinos, tal y como ha venido informando Levante-EMV. Sin embargo, hasta ahora, no ha había habido avances.
La demolición más inmediata será la de la caseta próxima al patio del antiguo colegio Jaume I que ahora opera como sede del conservatorio de música. En ese caso, el consistorio ha adjudicado esos trabajos por casi 897 euros a Emilio Angulo Vedrie.
La previsión municipal es que esas obras se realicen aproximadamente dentro de un mes, según aseguraba a este diario del edil de Urbanismo, Pablo Abelleira, quien además confiaba en impulsar a continuación los otros dos derribos.
«Espero que antes de finalizar el año esté todo resuelto, después de meses trabajando en esa dirección», apuntaba el concejal de la marca local de Podemos, ADN Morvedre.
Con este objetivo, el departamento de Urbanismo ya ha iniciado el expediente para tirar abajo el edificio sin acabar que ya es propiedad municipal después de que sus dueños lo cedieran al ayuntamiento. Se trata de la construcción situada más lejos del núcleo urbano, como explicaba Abelleira, quien admitía que la mayor tramitación que queda pendiente es la adquisición del conjunto más grande de los tres: Las conocidas como las «Casas de la Maestra», donde vivió hace décadas una profesora.
Aún así, apuntaba que este último proceso «está finalizando» y confiaba en tenerlo todo listo antes del próximo mes de diciembre. «De este modo daremos solución a un viejo problema de ordenación urbanística en plena ladera del Castillo de Sagunt», aseguraba.
