La zona de cultivo del marjal de Almardà es conocida sobre todo por la calidad de sus melones. Miles de kilos se producen cada año siendo éstos una referencia en el mercado de esta variedad de fruta por su buen comer dada su dulzor y su prieta textura. Pero para garantizar su producción cada mes de julio, los agricultores se ven obligados a achicar agua de forma continua todo el año para asegurar la calidad de la tierra, para poder plantar.