Tras las recientes críticas de los hosteleros, el grupo que encabeza Sergio Muniesa considera que la ordenanza no solo «va en contra de los intereses del sector, como primeros afectados, sino de toda una ciudad». Además auguran que no va a resolver problemas sino a crear nuevos. Para el PP, el objetivo de la normativa es «recaudar, como demuestra la nueva tasa que quieren aprobar, la vuelta de tuerca que supone querer exprimir a los hosteleros y los vados, en una muestra desmedida de afán recaudatorio».

Así, creen que ésta es «la cara de la nueva política que conocen comerciantes, trabajadores, asociaciones, sindicatos y ahora hosteleros, que los desprecia y exprime».