Nadar, montar en bicicleta y correr. Hasta ahora todo prácticas deportivas de lo más habitual pero ojo, si tienes que nadar 1,9 kilómetros contracorriente por un río, montar a continuación en tu bicicleta la distancia de 90 kilómetros y ponerte luego a toda prisa las zapatillas para correr una media maratón , eso ya está al alcance de muy pocos. Entre estos deportistas está el porteño José Arnau Álvarez, atleta aficionado que ha visto en los ironman el reto perfecto para su forma de entender el deporte.
El pasado mes de mayo, este natural del Port de Sagunt logró un magnífico resultado en el ironman de Mallorca que le posibilitó saltar el charco para enfrentarse a los mejores atletas del planeta en el ironman del Campeonato del Mundo celebrado en Chattanooga (Tenesse). Fue el pasado domingo cuando José Arnau se midió en Estados Unidos a los titanes de este deporte, el que es considerado como el más duro de cuantos se practican.
La proeza de José no sólo reside en finalizar la prueba en 4 horas y 35 minutos, que también, hay que añadir a esto que pudo enfrentarse a la élite de profesionales de este tipo de pruebas siendo un amateur en la disciplina. José es ingeniero de Telecomunicaciones y ejerce su profesión en este momento. A sus 34 años de edad, este porteño saca tiempo de donde puede para dedicarlo a la dura preparación de estas pruebas, y con buenos resultados como demuestra que ha sido capaz de concluir entre los 60 mejores participantes en su grupo de edad (30-34) y en el puesto 231 de la general en la competición celebrada en Estados Unidos.
«Estoy muy satisfecho con el resultado, haber quedado el 60 de mi grupo de edad, para mí es todo un logro, y más teniendo en cuenta que soy el 2º español», señala José, quien sólo quedó por detrás, en cuanto a españoles se refiere, del subcampeón olímpico de triatlón, Gómez Noya, quien fue el ganador de la prueba. En cuanto al hecho de enfrentarse a profesionales, José nos relata las interioridades de la competición: «La diferencia entre profesionales y amateurs en muchos casos es simplemente si se dedican el 100% de su tiempo a entrenar o no. Hay participantes de grupos de edad que hacen mejor tiempo que la mitad de los inscritos como profesionales pero se inscriben aquí para quedar en mejor posición».
La dura preparación dio sus frutos y ahora José disfruta junto a su mujer de unos días de ocio más allá del Atlántico con el buen sabor de boca que le ha dejado su excelente resultado.
