Johan Boisedu, lateral izquierdo francés de 38 años, es la solución de emergencia a la que el Fertiberia BM Puerto ha echado mano para cubrir la ausencia durante el próximo mes del lesionado Alfredo Sorrentino y, de paso, ejercer de revulsivo para un equipo que cayó a la zona de descenso tras su derrota en casa frente al Helvetia Anaitasuna (20-23). Pero lejos de centrarse todas las preocupaciones en el aspecto deportivo y después de un largo periodo de tranquilidad, desde el club vuelven a escucharse voces sobre la delicada situación económica, que ha obligado a abrir la caja de la próxima temporada para acabar la actual.
El presidente, Juanjo Bataller, explica que «hemos perdido patrocinadores importantes y uno de ellos es la Diputación de Valencia, que desde 2014 nos ha reducido a la mitad la subvención y todavía no sabemos nada de la ayuda de este año». El máximo mandatario añade que «sin más apoyos, lo tenemos muy complicado, porque los rivales se refuerzan y nosotros ya nos estamos gastando en la plantilla más de lo que deberíamos por la lesión de Sorrentino».
Y eso se traduce en el «imprescindible» fichaje de Boisedu, cuyo contrato sólo está garantizado para la primera vuelta, aunque su incorporación inmediata se verá favorecida por el hecho de que lleva varias semanas entrenando a las órdenes de Nikola Milos con el objetivo de no perder la forma y encontrar un nuevo destino. La mayoría de su carrera se ha desarrollado en Asia tras su comienzo en el Dunkerque. El Al Jazira fue su última parada, donde la pasada campaña anotó 187 goles.
Pese a este registro, el francés destaca principalmente por su fortaleza defensiva, un aspecto en el que el Fertiberia no demostró estar especialmente mal en su última derrota, cuando dejó en 23 goles a un rival invicto que llegó al pabellón internúcleos de Sagunt con un promedio por encima de la treintena.
En un Ovni volcado y muy susceptible con los árbitros, los rojiblancos estuvieron sobresalientes durante los primeros 30 minutos, cuando la intensidad defensiva y las paradas de Bruixola compensaban los errores en ataque, que se controlaron en los minutos previos al descanso para anotar un parcial de 6-0 que les ponía en ventaja.
Dos goles en 13 minutos
Sin embargo y coincidiendo con las dos únicas exclusiones que sufrió el Fertiberia en todo el partido, los visitantes neutralizaron la diferencia tan rápido como se había abierto al anotar en 8 minutos los mismos 7 goles que habían marcado en la primera mitad.
Mientras los locales tenían problemas para cerrar la línea de 6 metros y en ataque apenas sumaban 2 tantos en 13 minutos, el encuentro se resolvió en un final en el que el Helvetia hizo valer la inercia ganadora que le mantiene como el único invicto de Asobal junto al Barcelona. Los rojiblancos, mientras, no tuvieron suficiente con Ángel Pérez y las intervenciones de Bruixola y cada error les fue pesando más hasta llevarles a la derrota.
«La primera parte fue extraordinaria -reconoce Milos- pero en la segunda fallamos muchas situaciones claras». En cualquier caso, el técnico croata cree que «merecimos algo más», porque «mejoramos respecto a los últimos partidos, al mantener un ritmo defensivo alto y correr más para generar muchos lanzamientos delante del portero».
El próximo encuentro para los rojiblancos, probablemente con Boisedu, será el sábado en tierras gallegas frente al Teucro, que suma un punto más que el Fertiberia tras cuatro jornadas.
