«Que no acabe en el cajón del olvido». Esa voluntad manifestada por el portavoz del PSPV, Francisco Crispín, fue con la que el pleno del Ayuntamiento de Sagunt aprobó esta semana un plan acústico, que se convirtió en obligatorio a raíz de la ley autonómica de protección contra la contaminación sonora de 2002. Este proyecto, impulsado por el exconcejal del PP, Francisco Villar, con una inversión de 50.000 euros, no sólo señala los puntos donde se sobrepasan los objetivos de calidad acústica fijados por la Unión Europea, sino que aporta más de una veintena de acciones que persigue limitar el uso del vehículo privado y favorecer los desplazamientos en transporte público y bicicleta al culpar al tráfico de ser el principal contaminante.
Esta meta queda reflejada en las medidas que el plan acústico considera prioritarias a corto y medio plazo. En esta categoría se encuentran la creación de ciclocalles con prioridad para los ciclistas y limitadas a 30 kilómetros por hora; la realización de campañas periódicas por parte de la policía local para controlar la velocidad mediante radares móviles en las principales avenidas; el incremento de las comprobaciones acústicas en vehículos para garantizar que cumplen la legislación; la instalación de un aparcamiento para bicicletas en la estación de tren de Sagunt que favorezca la intermodalidad; así como la instalación de badenes en zig zag para disminuir la velocidad del tráfico.
Para la aplicación de estas acciones, el propio plan señala la necesidad de conjuntar a los servicios municipales de Urbanismo, Policía Local, Medio Ambiente, Actividades y obras de infraestructuras, un extremo que el edil de Medio Ambiente, Enric Ariño, ya apuntó en su intervención en el pleno. «Las medidas que se contemplan son transversales y afectan a todos», así que «depende de todos que se apliquen», aseguró el nacionalista.
Crispín, por su parte, señaló este plan acústico como «una herramienta útil y no como algo que el ayuntamiento necesitaba para cumplir la ley». En esta línea, el socialista aconsejó que este documento sirva como base para reelaborar la polémica ordenanza de terrazas. Desde el PP también se reclamó que las acciones programadas «se pongan en marcha», en palabras de Laura Casans.
Prioridades
Pero más allá del corto o medio plazo, este documento elaborado por la ingeniería Teleacustik marca cinco líneas estratégicas, que contemplan otras actuaciones prioritarias que se deben madurar más. Entre ellas destacan la prolongación de la línea del tren de pasajeros hasta el Port de Sagunt, la implantación de un servicio de préstamo de bicicletas, la priorización de la circulación de los autobuses, la ampliación de rutas y frecuencia de paso del transporte urbano, la creación de recorridos alternativos a los viales cercanos a centros docentes y sanitarios o el rediseño de los sentidos de circulación para evitar zonas sensibles.
El cuatripartito tiene la primera gran oportunidad de implementar las actuaciones más urgentes de este plan acústico en el presupuesto municipal para 2018 que se está elaborando con reuniones periódicas que esperan desembocar en la aprobación plenaria de las cuentas antes de final de año.
