La Fiscalía de Valencia ha pedido penas de prisión para dos vecinos del Port de Sagunt que han sido acusados de agredir y abusar sexualmente en una misma noche de Martha Cecilia, una mujer de 53 años residente en la localidad que afirma, además, que primero le administraron una droga mezclada con una bebida para anular su voluntad: El burundanga.
Hoy mismo está previsto el juicio contra uno de ellos en la Audiencia Provincial, después de que el Juzgado de Sagunt número 5 dividiera la causa en dos. Concretamente, un hombre de 26 años se enfrenta a la petición del fiscal de 10 años de prisión por una agresión sexual con penetración vaginal, al pago de una indemnización de 18.000 euros por los morales causados, así como la prohibición de aproximarse y comunicarse durante 5 años con Martha Cecilia Morante.
Las demandas de la acusación particular aún son mayores, ya que elevan la indemnización solicitada a 25.000 euros, mientras el abogado de la defensa reclama la libre absolución.
Los hechos enjuiciados se remontan a la Nochevieja de 2014, según el relato de Martha Cecilia, quien sostiene que «tras beber un sorbo de una bebida en una discoteca del Port», empezó a sentir que se anulaba su voluntad y, «consciente de lo que pasaba, pero sin poder articular palabra ni oponerse o luchar», primero sufrió unos abusos sexuales en un coche por parte de un hombre y luego, una violación en su propia casa por parte de otro, según contaba a Levante-EMV. «Era como enviar órdenes al cerebro y ver impotente que mis músculos no me hacían caso. No me salían ni las palabras», decía.
Para el otro denunciado por abusos sexuales, un hombre de 35 años, la Fiscalía pide dos años de prisión que la acusación particular eleva a tres, más el pago de 6.000 euros de indemnización; todo, mientras la defensa lo niega y reclama la absolución.
Martha Cecilia espera que « se haga justicia» y aseguraba haberse decidido a denunciar «porque no quiero que esto del burundanga le pase a nadie más. Si a mí me hubieran hecho esto en estado normal, ¡yo me defiendo!. Pero si me hicieron eso a mí con 51 años, ¡imagina a las niñas que hay y que encima beben alcohol!. A mí ya me destruyeron la vida, porque esto fue peor que el desahucio que sufrí, pero tengo cuatro nietos y veo muchas niñas por la calle a las que le puede pasar lo mismo».
La mujer apuntaba en este sentido que su caso no es el único similar en la ciudad, «aunque la gente no denuncie». Según apuntaba: «Muchas víctimas no lo quieren decir. Yo misma me he sentido doble víctima, tanto de aquellas monstruosidades, como de gente que me ha dado la espalda, pese a que el juez de Sagunto ya les prohibió acercarse y comunicarse conmigo en enero de 2015». En este tiempo, no obstante, afirma haberse sentido muy respaldada «tanto por el gobierno municipal como por las trabajadoras sociales y el equipo de psiquiatría que me ha atendido».
