A lo largo de la última década, el paseo marítimo del Port de Sagunt ha sido objeto de más proyectos que inversiones. La propia Demarcación de Costas fue la que abrió el fuego con su plan basado en el polémico trasvase de 390.000 metros cúbicos de arena desde el Port hacia el norte, que también contemplaba demoler el paseo, construir un aparcamiento subterráneo, disminuir el tráfico en la avenida Mediterráneo, reubicar los edificios dedicados a la hostelería, así como habilitar extensiones para el ocio y la práctica de deportes de playa.
Posteriormente, el Ayuntamiento de Sagunt encargó un proyecto que destacaba por una pasarela que se adentraba 100 metros en el mar, mientras que más recientemente fue otra vez el consistorio el que propuso, entre otras cosas, derribar algunas edificaciones y cambiar el uso de otros.
