Estos comentarios en ningún caso son aislados, pues muchas de las personas que han querido conocer de cerca las obras son residentes en la localidad que llevan años viendo, con impotencia, cómo el Castillo no deja de dar una imagen general de abandono y de un lugar escasamente preparado para recibir más de 70.000 personas al año.

La falta de difusión de estas visitas guiadas era otro de los aspectos que comentaban algunos turistas. «Nos hemos enterado al llegar aquí. Lo hemos aprovechado pero no sabíamos nada y podíamos haber venido con unos amigos», comentaba un padre de familia.

A quienes menos ha pasado desapercibido este programa ha sido a universitarios que estudian Arquitectura o Restauración, pues muchos no dudaron en inscribirse en cuanto se ofertó. Ellos, en general, son los que más disfrutan al poder conocer de cerca las técnicas que se están empleando para evitar el riesgo de caída de la puerta de Almenara y restaurar otros lugares que habían sufrido un gran deterioro con las lluvias torrenciales de diciembre de 2016, enero y de marzo de este año: El acceso a los llamados calabozos, la plaza de la Ciudadela, la plaza Dos de Mayo y los lienzos de la muralla junto al Anticuario Epigráfico.

Se trata de lugares donde está actuando la empresa Seranco, de acuerdo con las pautas que vienen marcadas por el plan director del monumento y siempre bajo la supervisión de los arquitectos Elisa Moliner y Luis Almena.

Pero aunque no entiendan de Arquitectura ni de Restauración, los asistentes en general aprecian la experiencia. Como contaba una asistente a la visita, «esto nos ha permitido entender mejor todo lo que hay en el Castillo y los restos de distintas épocas.Ha sido una suerte tener al guía pues, al no haber carteles por el recinto, uno va andando, contempla vistas muy bonitas pero poco más», decía en relación al trabajo realizado por el arqueólogo, Miquel Rosselló; un guía contratado para la ocasión que seguirá desentrañando todos los secretos de las obras del castillo de Sagunt hasta el próximo día 26 de noviembre.

Aún así, en lo que muchos coincidían era en que «lo bueno» sería que estas visitas las hicieran todo el año. «Eso querría decir que, de manera ininterrumpida, el Ministerio está actuando en el monumento para evitar que nos caiga a trozos, que es lo que hace falta hace tiempo», decía una vecina de Sagunt, recordando la vieja petición de inversiones anuales que llevan años haciendo sin éxito tanto desde el ayuntamiento como desde el Col.lectiu Pel Patrimoni Saguntí.