La sirena de AHM volverá a sonar este domingo en el Port de Sagunt. Pero esta vez no será para avisar a los trabajadores de la hora de entrada y salida sino como parte del homenaje que se va a rendir a los 156 empleados que perdieron su vida prestando su servicio a la fábrica, de 1907 a 2017. A este peculiar sonido se unirá la suelta de palomas, y la actuación de un cuarteto de cuerda formado por alumnos del conservatorio de Sagunt que recordará a los 156 trabajadores que perdieron la vida «haciendo algo básico como es trabajar», afirmaba el alcalde, Quico Fernández.

Los 156 nombres que quedarán inscritos para la historia en una placa de acero corten, de 6 milímetros de grosor y de 4,5 x 1,5 metros, que se descubrirá en la Alameda del Consell a las 11.30 horas de mañana, poco después de una misa en su honor, tal y como solicitaron algunas familias.

Duro trabajo de investigación

El portavoz de la asociación, José Vila, reveló que había sido un trabajo «duro y difícil», con más de dos años de investigación para recopilar los nombres de los 156 fallecidos, ya que en algunos casos se ha tenido que tratar con cuatro generaciones e incluso algunos familiares desconocían lo sucedido con sus parientes.

Vila afirmó que el grueso de los accidentes laborales se concentró en los primeros años, «momentos en los que eran escasas o inexistentes las medidas de seguridad para una plantilla que rondaba los 4.000 empleados». Al hilo de este argumento junto con el alcalde recodaba cómo la protección para la cabeza era una boina, ya que el casco no llegó hasta mediados de los años 50. Además, tanto Fernández como Vila coincidieron en la necesidad de este merecido homenaje a los trabajadores fallecidos en la fábrica.