Un fatal accidente de tráfico ensombreció ayer el inicio del año en Sagunt y en todo El Camp de Morvedre. La noticia de que un conductor de 39 años había fallecido en un siniestro registrado en el Port de Sagunt ya dejó un sabor amargo desde primera hora de la mañana, al trascender que había perdido la vida en el acto, al chocar frontalmente con su furgoneta de trabajo contra un camión. Sin embargo, el pesar fue aún mayor cuando trascendió que la víctima era el saguntino Rafa Alcaide, todo un referente en el mundo del toro de la comarca.

Este recortador se había hecho de respetar entre los aficionados no sólo por su atrevimiento delante de los animales, por mucho que hubiera sufrido cogidas. También por sus grandes dosis de seriedad con las que promovía los «bous al carrer» y la pasión que transmitía por ellos.

Esto lo había evidenciado en incontables ocasiones. En Sagunt, fue uno de los más firmes impulsores de la recuperación de los festejos taurinos de Sant Antoni, siempre con un objetivo: Que los actos fueran ganando en calidad, tanto con ganaderías de prestigio que atraían a aficionados de otras localidades, como con una programación amplia y variada donde no faltaban exposiciones sobre el toro ni la bendición de animales que, año tras año, convoca a cientos de personas.

Con contactos en ganaderías de toda España, que ayer lamentaban su muerte, Rafa Alcaide se había convertido en el experto al que muchos consultaban en cualquier comisión de fiestas de la comarca.

«Gran pérdida»

También en la Federación de Peñas de Sagunt jugó ese papel, siempre encantado de colaborar por engrandecer la fiesta. «Era mi mano derecha en asuntos taurinos. No era integrante de la comisión, pero durante tres años ha estado colaborando en todo con nosotros y asesorándonos para que todo saliera bien. Le estaré eternamente agradecido», decía ayer entre lágrimas a Levante-EMV el presidente de la Federación de Peñas de Sagunt, Ricardo Meliá. «Es una gran pérdida para el mundo del toro en la Comunidad Valenciana y de toda España», añadía destacando, no obstante, que «ahora es momento de estar con la familia y los amigos».

Ese carácter inquieto y colaborador se vio también en la ciudad durante la visita de la imagen de la Peregrina a Sagunt en junio del año pasado. Entonces, Alcaide no dudó en implicarse, apoyando a la comisión encargada de los preparativos y fue uno de los que llevó el anda de la Virgen de los Desamparados en la procesión. «Me he quedado sin palabras cuando me lo han dicho», decía uno de los integrantes de esa entidad.

Pero esa sensación se repetía también en otros muchos lugares de la comarca, pues junto a sus padres regentaba un puesto de venta de fruta y verdura en el mercado exterior de Sagunt y también iban dos veces a la semana al del Port, lo que le hacía ser más conocido aún.

Su muerte dolía más aún a sus allegados, ya que estaba casado y tenía dos hijos. Todo un mazazo para una ciudad que, de golpe, vio cómo 2018 se iniciaba con las banderas del ayuntamiento ondeando a media asta durante 24 horas en señal de luto, como hace siempre desde hace dos año y medio cuando uno de sus vecinos fallece en accidente laboral. Exactamente lo que le ocurrió a Rafa cuando iba con su furgoneta cargado de fruta y verdura sin que nunca pudiera llegar a su destino.