Acequias, barrancos, canales e infinidad de recovecos inundados por el agua del manantial de la Vall de Segó. Esta estampa excepcional se puede ver estos días, incluso en invierno, después de un verano en los que los registros alcanzaron récords históricos, en contraste con la sequía agónica que sufría el resto de España.

Durante los meses de junio, julio y agosto, el caudal de la Font de Quart salieron muy por encima de su registro histórico. Mientras, la mayor parte de la península sufre una sequia agónica, la Vall de Segó goza de una cantidad de agua inaudita. Esto ha sido posible gracias a las lluvias registradas en la parte alta del Palància y la absorción de agua de las sierras Espadán y Calderona que nutren el manantial. Esta recarga del acuífero se ha visto favorecida también por las pruebas de carga realizadas en la presa de Algar de Palància, donde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha almacenado miles de litros para confirmar la resistencia de la instalación y el nivel de filtraciones.

Aún así, el discurrir constante de agua por canales y barrancos de Les Valls ha levantado ciertas voces de alerta. «Con la necesidad de agua que hay y la de la Font, 'se va a perdre'», se lamentaban desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), que reclaman que se actúe para poder embalsar de alguna manera este caudal.

Incluso desde algunas administraciones municipales, como el Ayuntamiento de Benifairó de les Valls, se aboigó por estudiar la posibilidad de generar instalaciones para recoger e intentar potabilizar el agua para el consumo humano. No obstante y, a pesar que son muchas las voces que afirman que la infraestructura hidráulica de la Font precisa una puesta al día, no son menos las que destacan la importancia de un periodo excedentario como éste. «No deberíamos hablar de 'aguas sobrantes', puesto que se trata de un año rico que nos permitirá, entre otras cosas, recargar todos los acuíferos», señalan desde la Junta d'Aigües de la Font.

Filtra y limpia

El alcalde de Faura, Toni Gaspar, matiza que «el agua no se pierde. Si la vemos correr por barrancos asfaltados, que no por carreteras -una imagen que se repetió con regularidad durante el pasado verano-, no es que se pierda. El agua sigue su curso desde hace centenares de años y llega al marjal. En su transcurso filtra y va limpiando de nitratos la tierra. Tener este caudal es un lujo, pero no lo estamos perdiendo. Es cierto que deberíamos revisar las ordenanzas, ya que son del siglo XIX y la situación ha cambiado sustancialmente».

El alcalde de Benavites, Carlos Gil, se posiciona también frente a la posibilidad de intentar aprovechar el agua, pues considera que la situación actual es extraordinaria: «La infraestructura que precisaríamos para aprovechar este supuesto exceso de agua no se puede compensar en modo alguno, ya que son muy pocos los años con excedente. No obstante, cabría revisar el reparto de agua entre los municipios», añade Gil.

La alcaldesa de Quart, Pilar Álvarez, por su parte, destaca la necesidad de controlar y realizar un mantenimiento exhaustivo de toda la red e infraestructura hidráulicas del entramado del manantial. «La Junta d'Aigües ha invertido más de 10.000 euros en obras de rehabilitación pero todavía hay mucho camino por hacer», concluye.

Mientras, los vecinos de la subcomarca y todo El Camp de Morvedre pudieron disfrutar el pasado verano de una imagen de la Font de Quart, que quien sabe cuando volverá a repetirse.