? Antes de que el hombre llegara a la Luna, la imagen de un cohete era rara en trabajos artísticos. Sin embargo, en 1967, el colegio San Antonio Abad de Gilet ya estrenó un mural donde se podía ver esa silueta; un trabajo artístico que, últimamente, pasaba desapercibido entre trabajos escolares, pero que ahora ha sido puesto en valor por el profesor del centro, Miquel R. Martí. Con ayuda de algunos alumnos, Martí ha impulsado la reconstrucción con pan de oro de unos fragmentos arrancados, «aunque sin tocar la obra original», apunta. Según señala: «Conozco representaciones en cómics como de Hergé y otros ilustradores, pero en un mural, no antes de 1969. El muy parecido al cohete Sputknik del 1957 que envió la perra Laika al espacio, pero también al Apolo XI». Como explica Martí, «el mural está fechado el 1 de octubre de 1967 y he averiguado que lo hizo el entonces cura de Quartell, Salvador Marqués, un hombre que falleció hace años y que impulsó la obra cuando estaban haciéndose unos campamentos». A su juicio, «Marqués era un pionero moderno y artista no conocido, ni reconocido, más allá de obras que hacía para personas cercanas o para la iglesia, ya fuera en pintura, cerámica u otras disciplinas». Por ello, destaca también la calidad de una vidriera geométrica que realizó también para el mismo colegio, así como para la iglesia de Benavites.