Minutos después de que Pepe Pelegrín fuera elegido secretario general de los socialistas de Sagunt, la facción próxima al portavoz del grupo municipal, Francisco Crispín, anunció que impugnará la asamblea por la comisión de «irregularidades».

La base que sustenta esta maniobra que la próxima semana pedirá amparo al comité de garantías de la provincia, es, entre otros aspectos, «la falta de control» que hubo en las votaciones para la elección tanto de la nueva ejecutiva local como de los miembros del comité comarcal, en el que los afines a Crispín presentaron una lista alternativa que no obtuvo el respaldo necesario.

Según un militante de este sector, Javier Ortega, «a nadie se le obligó a identificarse para votar, ni a enseñar su carné, ni tampoco se fue llamando a los militantes a tenor de un censo. No es normal que 10 minutos antes de comenzar las votaciones fuéramos 57 personas y después votaran más de 80».

Por otro lado, la misma fuente asegura que no se ha cumplido con las directrices del partido, ya que la lista al comité comarcal, formada por Jaime Vidal, Valentín Parra, Benjamín López, y Ximo Alite, «no es paritaria», aunque reconoce que no ocurre lo mismo con la nueva ejecutiva, donde de los 15 integrantes hay ocho mujeres y siete hombres. También se recogerá en la impugnación la «negativa a hablar. No nos dejaron ni antes ni después de la asamblea, pese a pedir la palabra», añade Ortega. El nuevo secretario general restaba importancia al anuncio que calificaba de «pataleta».

Por otro lado, los afines a Crispín no esconden su malestar al quedar excluidos de la nueva dirección local criticando que el secretario general hable de consenso «cuando no lo hay ni ha habido voluntad de integración».

Levante-EMV ha podido confirmar que a pocas horas de que se celebrase la asamblea, este sector presentó una última propuesta de integración, «que no obtuvo respuesta por parte de Pelegrín, ya que la lista estaba más que cerrada», aseguran fuentes cercanas a Crispín. Sin embargo, desde el inicio de las negociaciones hace unos meses, siempre ha existido la voluntad de as partes de elaborar una lista que integrara a todos los sectores, «pero no a cualquier precio», coincidían fuentes cercanas al sector de Gloria Calero y al de Jorge Vidal, las otras familias de la negociación.

La inclusión de Crispín en la nueva dirección, como él y sus afines habían demandado, no contaba con la bendición del resto de facciones, que propusieron otros nombres próximos al portavoz del grupo municipal para que los suyos estuvieran integrados en la ejecutiva y lograr así mayor consenso.

La negativa de los de Crispín a la oferta, «quien condicionó hasta el final la entrada de los suyos a su propia inclusión», aclaraba Pelegrín, llevó a estos a plantear la noche de antes de la asamblea la posibilidad de una lista alternativa, opción que finalmente descartaron, aunque en su lugar, y a pocas horas de la cita, propusieron a Natalia Antonino como secretaria de Política Institucional, opción que no fue contestada por la otra parte, según la propia Antonino.

Propuesta ni firme ni seria

No sostiene la misma versión el propio Pelegrín, quien asegura que no fue una propuesta en firme ni seria, después del tiempo que se había estado negociando y a pocos minutos de comenzar.

La falta de acuerdo llevó finalmente a una única lista, encabezada por Pelegrín que fue elegido secretario general con 60 votos a favor, 14 abstenciones y 9 nulos, en la que la dirección está compartida entre los próximos a Jorge Vidal y Marga Pin, y los afines a Gloria Calero.