Sagunt tiene previsto hoy desplegar, un año más, la bandera tricolor en el balcón de su ayuntamiento como recuerdo y homenaje a la II República proclamada el 14 de abril de 1931. Un gesto simbólico con el que se quiere rendir reconocimiento al régimen republicano y democrático frustrado por el golpe militar de 1936 que, tras tres años de guerra civil, dio origen a la dictadura de Franco. Un gesto, sin embargo, cuestionado por la Delegación del Gobierno que el año pasado lo denunció ante los tribunales y que está a la espera de resolución judicial.
En esta ocasión la Delegación del Gobierno no ha advertido con antelación al consistorio de la supuesta ilegalidad de desplegar durante unos pocos minutos la bandera republicana. Sin embargo, fuentes de la Delegación del Gobierno considera que el ayuntamiento ya está apercibido por la notificación del pasado año, al tiempo que se muestran a la expectativa sobre lo que hoy pase en Sagunt para, en su caso, tomar nuevas medidas. En este sentido, insisten en afirmar que el acto vulnera la legalidad destacando que en las tres primeras sentencias dictadas por las nueve denuncias contra ayuntamientos que cursó el pasado año por este motivo, los tribunales les han dado la razón.
Paradójicamente, la postura de la Delegación del Gobierno contrasta con algunas de las respuestas parlamentarias dadas por el ejecutivo de Mariano Rajoy al ser interpelado por el uso de banderas no oficiales. En este sentido, en contestación a una pregunta de los senadores Jordi Navarrete y Carles Mulet el gobierno era tajante al asegurar que «en nuestro país no resulta punible la mera exhibición de banderas si éstas no van acompañadas de una conducta activa propia de un crimen de odio o discurso que ensalce la violencia o el odio». Por ello, el ejecutivo de Rajoy considera que «el hecho de exhibir cualquier bandera en principio no es ilegal ni inconstitucional».
Además, se da la circunstancia de que en el caso de Sagunt, como en la mayoría de los casos denunciados, no se contravino la normativa de banderas oficiales, ya que en ningún momento llegó a colgar del mástil, ni se retiró ninguna de las enseñas oficiales.
Principio de neutralidad
Pese a ello, la justicia ha dado la razón a la Delegación del Gobierno al considerar que la exhibición de la bandera tricolor vulneraría el «principio de objetividad, neutralidad y respeto al conjunto de ciudadanos» de la institución.
Sin embargo, el ayuntamiento de Sagunt ha mostrado su disconformidad con este argumento que ha presentado al juzgado. Al respecto, recuerda que en otras sentencias consideran que la presencia de símbolos católicos en espacios públicos no vulnera la neutralidad del estado aconfesional sino que son «expresión de la historia y cultura de nuestro país». En este sentido, las alegaciones del consistorio insisten en que al desplegar la bandera republicana solo se pretendía rememorar un régimen «constitucional y democrático» y a las personas que lo defendieron.
