Cristales rotos, cartones que se acumulan y vertidos fuera de sus contenedores correspondientes, que según algunos vecinos «están varios días sin recoger, pese a la llamada de atención que han hecho desde la redes sociales».
Estos atribuyen esta situación «al mal funcionamiento del servicio de aseo urbano» que «solo limpia determinadas zonas del pueblo como la calle Mayor, la zona del ayuntamiento y por donde pasa la procesión, y el resto las tienen olvidadas». Una crítica que se endurece tras conocer que este servicio ha triplicado su personal. «Hay más mano de obra que nunca para evitar esta imagen lamentable de Torres Torres», que recuerdan es municipio turístico.
Además de la suciedad y el mal olor, estos residentes lamentan la acumulación de cacas de perro junto a los aparatos instalados para hacer gimnasia al aire libre, «una zona que parece más bien un pipi-can» afirman. Esto, a su juicio, «es totalmente inexplicable, pero más cuando es algo que está a la vista de todos los concejales y responsable municipales «que no han hecho nada al respecto», afirma un vecino.
Lejos de la realidad
El alcalde, Rafa Gil, ha lamentado que se quiera vender esta imagen de Torres Torres «completamente alejada de la realidad».
El mandatario reconoce que sí había suciedad, pero explica que «ha sido un caso puntual que espero no vuelva a repetirse».
El primer edil aseguraba que «Torres Torres nunca ha estado sucio» y añadía que el servicio de limpieza es diario y eficiente». De hecho, éste se ha reforzado y ha pasado de una persona a cuatro con el plan de empleo, que generará otros 19 puestos como peones múltiples o forestales entre otros trabajos, adelantaba.
