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Un vidrio causa un incendio en la planta de residuos de Algímia

El consorcio Palancia Belcaire descarta la toxididad de la gran humareda por el lugar del fuego

Un vidrio causa un incendio en la planta de residuos de Algímia

Una impresionante columna de humo que se avistaba a varios kilómetros a la redonda generó la alarma ayer entre los vecinos de la Mancomunitat de la Baronia. El causante fue un pequeño incendio en la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Algímia d'Alfara, que generó tal humareda que hizo temer un incidente de mayor gravedad.

Todo apunta a que un vidrio de en una de las balas de residuos que alberga el vertedero hizo de lupa y fue el origen del fuego, tal y como adelantó a Levante-EMV el presidente del consorcio Palancia Belcaire, Paco Salt.

Hasta el lugar de los hechos se trasladaron una unidad de bomberos forestales y una autobomba, que no llegaron a intervenir dada la poca consideración del fuego y la «ausencia de riesgo en los alrededores», aseguraban fuentes oficiales. Finalmente, los propios operarios de la planta con dos palas excavadoras y dos camiones sofocaron el incendio mediante el depósito de arena sobre las balas incendiadas, según Salt.

El fuego se inició en un espacio de unos 60 m2 en el llamado frente de vertido, es decir, la zona a la que llegan los residuos que no se pueden recuperar y que no está cubierta. En ese punto se prendieron varias balas de lo que se conoce como voluminosos, «principalmente vegetación», añadía el alcalde de Algímia, Ernest Buralla, lo que hizo descartar de forma inmediata la toxicidad del humo.

La actividad no se detiene

Pero, además, tampoco hubo ningún riesgo de propagación del incendio dadas las características de este recinto, ni tampoco riesgos para las instalaciones centrales que se encuentran a bastantes metros de distancia de la zona donde se originó el fuego, según puntualizan desde el consorcio. De hecho, la actividad no se detuvo, ya que los camiones siguieron entrando y saliendo de la instalación durante el incidente. «Era imposible que se propagara», terminaba Buralla.

Salt también restaba importancia al incidente, aunque se desplazó de inmediato hasta la planta para conocer de primera mano lo que estaba sucediendo. Allí permaneció hasta cerca de las 18.30 horas, momento en el que certificó que el incendio estaba extinguido.

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