La esperanza de que la última actuación de la Demarcación de Costas en las playas del norte de Sagunt sirviera para paliar alguno de los problemas en esta zona de más de 4 kilómetros de litoral se ha desvanecido en unos días, al comprobar en que consiste esta intervención, presupuestada por el Estado en 125.000 euros.
«Lo que han hecho es tirar el dinero, porque se han limitado a esparcir las piedras, como hacen todos los años, y a llevarse algunas de las más grandes a Almenara, pero el escalón de la orilla sigue igual, así que no vale para nada», explica a Levante-EMV el presidente de la asociación de vecinos de Almardà, José Girona.
Pese a que la actuación si ha servido para avistar la arena en algunas partes de las playas, el representante vecinal insiste en que «para que tuviera un efecto más duradero y positivo, lo que han hecho en una semana deberían prolongarlo durante tres meses».
De esta forma y después de la reunión de la directiva de la asociación, el colectivo sigue adelante con su calendario de protestas, que incluye la confección de una gran pancarta, así como la idea de hacer una cadena humana a lo largo del mes de julio.
Colaboración municipal
Pero este tono reivindicativo no se va a limitar al simbolismo, ya que el colectivo va a reclamar al Ayuntamiento de Sagunt que inicie los trámites para declarar bien de interés cultural (BIC) la zona de las casas de Queralt, así como otros espacios urbanizados desde hace años junto a las playas «como ha hecho Almenara», insiste Girona.
En esta línea, los vecinos también han pedido al ayuntamiento una colaboración más estrecha con la asociación en su batalla contra el proyecto de Costas para la regeneración de las playas al sur de Castelló. «No queremos ser solo un grupo de residentes que va contra este plan, sino que necesitamos el refuerzo del ayuntamiento para que nos tomen más en serio», asegura a este rotativo.
