El BM Morvedre pisó ayer el Ovni en el primer entrenamiento de la semana que le conducirá hasta el viernes, cuando a las 20 horas abrirá su participación en la fase de ascenso a División de Honor frente al Helvetia Alcobendas. Pero la sensación de ejercitarse en el templo del balonmano valenciano no tendrá nada que ver con la del próximo fin de semana, cuando el club confía en reunir a 1.500 aliados en el sueño de la máxima categoría.
Esa esperanza viene acompañada de precios populares en las entradas, que apenas alcanzan los 10 euros para los seis partidos que se disputan hasta el domingo. Y eso para los no socios, ya que los habituales a lo largo de la temporada tendrán el abono por 6 euros, mientras que los menores de 16 años y los jugadores de las escuelas tanto del propio Morvedre como del Fertiberia BM Puerto tendrán entrada gratuita. Los puntos de venta están disponibles durante la semana en el René Marigil, el pabellón internucleos, el concesionario Citroën en el Port y Joyería Serrano.
Con estos ingredientes, el fin de semana, como reconoció el concejal de Deportes de Sagunt, Miguel Chover, «ya de por sí será una pasada, pero, si además celebramos el ascenso, será todo redondo». Y en ese objetivo, Manu Etayo apuntaba en la presentación de la fase de ascenso que «la clave será canalizar las emociones y ser conscientes que, en una liquilla de este tipo, perder un partido no significa nada».
En cualquier caso, el técnico navarro del BM Morvedre también apuntaba que «el equipo llega muy bien y la eliminatoria previa nos sirvió de refuerzo. Tengo a todas disponibles y eso es muy importante, porque, con tres partidos tan seguidos, contamos con el plus de que todas nuestras jugadoras aportan». Sobre los rivales, Etayo aseguró que Alcobendas «es el que está un punto por encima», León «es un equipo joven y rápido que jugará sin presión» y Logroño «llega de tapado, pero tiene grandes jugadoras».
