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Faura acerca al público la esencia provocadora de Blasco Ibáñez

Alessandro Guerra y Pere Bodí convirtieron la biblioteca en un espacio escénico donde interpretaron al escritor

Público asistente a la biblioteca. cristina marqués

«Viu la Biblio» acogió uno de sus momentos culmen de la mano de Alessandro Guerra y Pere Bodí. Los dos bailarines que se atrevieron a convertir el espacio lector en espacio cultural con mayúsculas; un espacio escénico que albergó la esencia provocadora de Vicente Blasco Ibáñez.

A partir de relatos de Blasco extraídos de Cañas y Barro; Los cuatro jinetes del Apocalipsis; El Monstruo o Sangre y Arena; el coreógrafo Alessandro Guerra ha articulado una propuesta dramática vertebrada en todo el espacio de la Biblioteca y el minitrinquet. «Cuando me puse a estudiar al escritor me encontré con un universo tan rico que era difícil elegir los textos para componer la dramaturgia del espectáculo», apuntaba Guerra. No obstante la apuesta por acercar la figura del novelista, periodista, político y agitador de masas pasaba por la implicación del público.

La lectura multidisciplinar de la obra de Blasco ha forjado en estos dos creadores un universo expresivo que supo llegar al público. Los asistentes al espectáculo interaccionaron con los bailarines hasta el punto de necesitar saber más del escritor. «Me encantan sus movimientos, pasan de mostrar una serpiente a un toro, posteriormente mueren y danzan entre cadáveres; claman la dureza de un periodo histórico retratado por el autor» afirmaban. «Jamás hubiese imaginado que en una localidad tan pequeña se reservase un espacio cultural tan rico y dinámico. Es fantástico que mantengáis este rincón de arte y cultura. Una comunidad que se reúne para disfrutar de un cuento hecho de música, pasión, danza y fantasía es admirable», comentaban.

«El encuentro con los espectadores ha sido muy enriquecedor, porque ha valorado una puesta en escena poco convencional. Nos ha sorprendido que aunque el público no conociera los fragmentos de las novelas, estaban totalmente en conexión», añadía Guerra. En esta misma línea se manifestaba Pere Bodí tras concluir su espectáculo. «sentir que el público no pierde la atención, se esfuerza por entender aquello que se le presenta delante, potenciando la acción y el movimiento, es una sensación de plenitud».

La propuesta partía de la concejalía de Cultura de la mano de Consol Duran, quien ha velado e impulsado un espectáculo sumamente valorado por el público

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