El Desafío Transibérico de Fernando Plaza dejó su sello en Sagunt, donde puso fin a la novena etapa de su recorrido por la Península Ibérica. Tanto el deportista como su equipo descansaron y se asearon en las instalaciones municipales, después de una jornada que inició en Alzira y le llevó hasta la capital comarcal, después de un recorrido en el que alternó la bicicleta y la carrera a pie.

En agradecimiento a estas atenciones, Plaza participó en la fiesta de clausura de las escuelas de Sagunt, cuando explicó que la intención de su reto es "demostrar que, después de un accidente o una enfermedad, puede hacer lo que se proponga". Y es que él sufrió un accidente que lo dejó con un 41 % de discapacidad.

Además, el Desafío Transibérico tiene la finalidad de recaudar fondos para la asociación cordobesa Sonrisa de Lunares, que ayuda a los padres de niños discapacitados que no tienen recursos económicos.