La crisis desatada por la situación de los más de 600 refugiados en el Aquarius ha permitido comprobar la «excelente respuesta» de las instituciones y vecinos de Sagunt, que desde el primer momento se han ofrecido a ayudar en mejorar la vida de estos desplazados. Así lo asegura la concejala de Servicios Sociales, Mónica Caparrós, quien en los últimos días ha tramitado ofertas de todo tipo.

Las más habituales, según explica a Levante-EMV, son habitaciones en viviendas ocupadas, características que en principio no son las que se buscan para los refugiados. «Lo que piden las organizaciones que están coordinando todo el dispositivo son casas vacías en condiciones de habitabilidad que se puedan ocupar entre 18 y 24 meses, pero hay otras cuestiones muy interesantes que están ofreciendo y que la Federación Valenciana de Municipios y Provincias nos ha pedido que recopilemos en un documento para remitírselo», añade la concejala de EU.

Y es que «las ganas de ayudar» que está mostrando la población hace que «algunas personas, que tienen lo justo para vivir, han ofrecido su tiempo». Esta voluntad se traduce en la disponibilidad de algunos vecinos para ejercer labores de acompañamiento a los refugiados, mientras que una vecina ha llegado incluso a ponerse a disposición de los desplazados que recalen en Sagunt para darles clases de cocina. Labores de traducción, enfermería o un huerto son otros ofrecimientos que han llegado al ayuntamiento.

Viviendas vacías

El consistorio, por su parte, ha puesto a disposición del dispositivo las dos viviendas que tiene para emergencias sociales, al tiempo que ha hecho un llamamiento a los vecinos con alguna casa vacía para que rellene una ficha disponible en la página web municipal para ponerla a disposición de los refugiados.