Los cazadores de El Camp de Morvedre invertieron la temporada pasada 216.000 euros en la comarca «en beneficio de las poblaciones silvestres».
Así lo revela el último informe realizado por la Federación de caza, que valora en más de 170.000 euros los aportes realizados por este colectivo de la comarca en materia de alimentación para la fauna de la zona; 33.500 euros la adecuación y creación de puntos de agua y en más de 12.000 euros la mano de obra y la guardería.
A lo largo de toda la temporada los cazadores de Morvedre han desarrollado varios trabajos y actuaciones, entre ellas destaca el desbroce de 54 hectáreas que ha permitido la recuperación de hábitats para las especies de caza menor como las perdices, los conejos y las liebres que, «dada la excesiva acumulación de biomasa, habían perdido parte de su potencialidad cinegética». Además, esta actuación también ha originado situaciones alimenticias muy favorables para los vertebrados, ya que la remoción del terreno propicia la aparición de lombrices y pequeños insectos muy apetecibles para las aves. Por otro lado, supone un paso más en la prevención de incendios.
Han recuperado 84 hectáreas de cultivos. Dentro de esta actuación se contempla las siembras, que son de gran importancia para la mejora del hábitat de las especies cinegéticas, ya que ofrecen alimento durante gran parte del año, señala el informe. Pero además, pueden tener una función disuasoria de los daños, atrayendo a los animales a las mismas, con lo que se reducen los daños en los cultivos colindantes.
Complementarios a las siembras son los puntos de alimentación artificial que se construyen cuando las zonas de siembra están demasiado alejadas. Entre los alimentos que se depositan en estos comederos dentro del coto destaca el maíz, el trigo, la alfalfa, las frutas y hortalizas, cuyas cantidades, que rondan los 9.800 kilos esta temporada, se ven incrementadas en época de cría, explicaba el colectivo a Levante-EMV.
Además de comederos, los cazadores también han instalado 33 bebederos a los que hay que sumar 16 nuevos puntos de agua natural, 8 balsas y el mantenimiento de 131 instalaciones anteriores.
Los clubes de cazadores realizan otra serie de labores de igual importancia con respecto a las anteriormente citadas como es la compra de material, la mano de obra, guardería o control de predadores, que suman un total de 884 jornadas dedicadas a mantener esta actividad cinegética, añadían.
Actividad cinegética
Estas inversiones tienen como objetivo «conseguir un incremento real de la potencialidad cinegética del coto a corto plazo, pero además suponen una repercusión directa sobre la dinámica poblacional de las especies, originando en todos los casos una disminución de la mortalidad por causas naturales o enfermedades» , explicaban desde la Federación de caza, desde donde hacían hincapié en la «ayuda que supone para conservar el entorno natural y la biodiversidad del ecosistema mediterráneo».
