El programa de trabajos en beneficio de la comunidad (TBC) ya ha superado el millar de personas beneficiadas en Sagunt y las 57.000 jornadas, desde que en septiembre de 2009 se aprobó la firma del convenio de colaboración entre el ayuntamiento y la dirección general de Instituciones Penitenciarias para la ejecución de condenas entre los residentes de la capital comarcal.

En el balance de este programa, la concejalía de Servicios Sociales destaca, a través de su delegada Mónica Caparrós, que "los excelentes resultados a lo largo de estos casi 9 años de implantación hacen que la junta de gobierno haya querido poner de manifiesto la voluntad de mantener el convenio y los beneficios que genera para la población".

En esta línea, fuentes municipales añaden que, durante 2017, las personas atendidas por el servicio de Gestión de Penas y Medidas Alternativas fueron 91, mientras que, entre enero y mediados de abril de este año, ya roza el medio centenar. Estos trabajos consisten en la obligación de prestar colaboración no retribuida en determinadas actividades de utilidad pública que estarán en relación, si es posible, con los delitos cometidos por el penado como reparación de daños causados o de apoyo o asistencia a la víctimas, así como la participación en talleres o programas formativos o de reeducación, laborales, culturales, de educación vial, sexual u otros.

Del total de atenciones en 2017, 82 fueron hombres y 9 mujeres, proporción similar a los ejercicios anteriores. De las 91 personas, antes de finalizar el año se completaron 60 trabajos y 8 de ellos están en ejecución, mientras que 23 casos se derivaron, ya que en ocasiones algunos motivos como no estar empadronados en el municipio, problemas de salud, laborales, ingreso en prisión u órdenes de alejamiento impiden la finalización de los trabajos. También se incluyen aquí las de incumplimiento que, tras numerosos intentos y llamadas de atención para el ciudadano o ciudadana, se derivan para que puedan realizar los trabajos.

Según insiste Caparrós, "el éxito de la pena de TBC se manifiesta en que la aceptación pública de la sanción se ha visto acompañada de su favorable acogida en los ámbitos especializados que han venido propugnando la inclusión de la sanción de trabajos comunitarios entre las alternativas a las penas privativas de libertad, orientándola al no desarraigo de la persona tanto de su entorno como de su vida familiar y personal y de su responsabilidad laboral"

En los datos según el delito cometido destacan los 27 por violencia de género (hombres) y los 26 por alcoholemia (1 mujer, 25 hombres); seguidos de los 7 por violencia familiar (4 mujeres, 3 hombres); 7 por conducir sin permiso (hombres); 6 por robo (1 mujer, 5 hombres); 5 contra la salud pública (1 mujer, 4 hombres); 3 por altercados contra la autoridad (1 mujer, 2 hombres); 3 por peleas (hombres); 3 por quebrantamiento de orden de alejamiento (hombres); 2 por impago de pensión alimenticia (hombres); 1 por absentismo escolar (mujer); y 1 por maltrato infantil (hombre).

Según la nacionalidad, 70 eran españoles, 5 rumanos, 4 marroquíes, 4 cubanos y 2 ucranianos, entre otras. El rango de edades de las personas que fueron penadas corresponde a 12 de 18 a 25 años; 21 de 26 a 35 años; 35 de 36 a 45 años; 18 de 46 a 55 años; y 3 de 56 a 65 años. Todos ellos realizaron labores en la Sociedad Anónima de Gestión (72), en el polideportivo municipal de internúcleos (13), en el Asilo de Ancianos Desamparados (5) y en el Parque de Educación Vial de la Policía Local (1).

Los educadores del departamento de Servicios Sociales destacan como propuestas de mejora intentar abrir nuevas plazas donde poder cumplir los planes de trabajo en beneficio de la comunidad, ya sea de manera puntual o más continuada. Así como proponer la continuación de las acciones formativas y de acción social al comprobar que las personas se sienten más motivadas al realizar estas actividades, con lo que se reduce el número de incidencias y aportan conocimiento y valores previniendo reincidencias en sus actos delictivos.