Un equipo médico multidisciplinar ha convertido al Hospital de Sagunt en el primer centro público de la Comunitat Valenciana en realizar con éxito un trasplante de heces. Especialistas digestivos, de mecidina interna y de microbiología, encabezados por el doctor Xavier Cortés, salvaron la vida mediante esta técnica a una paciente de 70 años, después de una intervención "rápida", según apuntan fuentes sanitarias, que añaden que la paciente ya había sido dada de alta a las 48 horas.

Este tipo de trasplante consiste en transferir al enfermo las heces del donante, previamente tratadas y homogeneizadas, para restaurar las bacterias anómalas de su flora intestinal. Las heces se transfieren por sonda nasogástrica o con una colonoscopia, opción esta última por la que se optó en el caso de la intervención en el Hospital de Sagunt.

El enfermo, insisten desde la Conselleria de Sanidad, presentaba una infección grave provocada por la bacteria Clostridium difficile, que era refractaria a todos los antibióticos disponibles. Esta patología es cada vez más común y agresiva, debido al uso masivo y descontrolado de antibióticos.

El gerente del departamento de salud de Sagunt, José Luis Chover, se muestra muy satisfecho de esta intervención. "Es la segunda vez que se aplica esta técnica en la Comunitat Valenciana, gracias a la calidad de las y los profesionales de nuestro centro, encabezados por el doctor Xavier Cortés".

El médico, por su parte, explicado que el paciente presentaba un cuadro médico grave tras el fracaso de todas las terapias antibióticas. Frente a esta situación, "decidimos contactar con el doctor López San Román, médico del Hospital Ramón y Cajal y un referente en el ámbito internacional en esta técnica", señala el especialista en Digestivo y Endoscopias.

El doctor Cortés argumenta que la eficacia de la técnica del trasplante radica en que la infusión de millones de bacterias de una flora microbiana normal, pueden generar el desplazamiento y la destrucción de de esta bacteria agresiva (Clostridium difficile), con tasas de eficacia superiores al 90 % y sin significativos efectos adversos.

Según Cortés, "dentro de poco, será una herramienta terapéutica que utilicen todos los centros hospitalarios, dado las resistencias a antibióticos que se producen". Además, recalcado que la utilización de este tipo de fármacos "de manera desmesurada" acaba con la destrucción de la microbiota intestinal. "En ese contexto una bacteria muy agresiva como el Clostridium difficile puede crecer a sus anchas y ocasionar un desenlace fatal", resalta.

La técnica ya se viene aplicando en algunos centros de Madrid y Cataluña, y el pasado mes de marzo la aplicó, por primera vez en la Comunitat Valenciana, el Hospital Universitario de La Ribera, en Alzira. La receptora fue una mujer de mediana edad que presentaba un cuadro de diarreas recurrentes producidas por la bacteria y que también había fracasado previamente el tratamiento con antibióticos.