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De jugar para ir al cine a campeón autonómico

Enrique Barrera revalida el título de la Comunidad Valenciana de billar junto a sus compañeros en la Vall

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Enrique Barrera revalidó en Alacant su título de campeón de billar de la Comunidad Valenciana. En esta ocasión, a los rondas finales llegaron los equipos de la Vall, con el que juega este vecino de Benifairó de les Valls, además de Mislata, Torrevieja y el Betis Florida de ejercía de anfitrión. Barrera, junto con sus compañeros Javier Porcar, Oscar Paulo y Julián Hervás, se impuso en la final ante Mislata con un total de 129 carambolas a 117.

Los deportistas del Club de Billar la Vall mostraron su buen momento de forma tras imponerse en las mesas alicantinas a los mejores equipos autonómicos. «Traer una medalla de oro para Benifairó es uno de mis mayores logros. Estoy muy satisfecho, es un triunfo mayor si consideramos que hemos revalidado el título de líderes de la Comunitat Valenciana», apunta.

El alcalde del municipio de Les Valls, Toni Sanfrancisco, ha destacado públicamente la trayectoria deportiva de Barrera: «Reconocer el valor y el logro de quien ha conseguido la medalla de oro en dos ocasiones consecutivas resulta sumamente importante para un municipio que apuesta siempre por sus vecinos», apunta.

La trayectoria de Enrique Barrera comenzaba en su juventud y ha ido forjándose a lo largo de su vida por Les Valls, Palma de Mallorca y nuevamente entre Benifairó y la Vall d'Uixó. «Llevo 62 años jugando al billar, esto no puede explicarse; se trata de un verdadero arte que no consigo enseñar puesto que es algo que lo tienes o no», afirma.

Los inicios del campeón de billar se forjaron en la Protectora de Faura, un espacio social en el que decenas de amantes de los juegos de mesa, el billar y demás acudían a pasar sus jornadas desde mitad del siglo pasado. «Comencé con al billar en el casino de Faura, había una mesa y mucha afición. Si quería ir al cine tenía que ganar al billar, por eso jugaba partidas y cuando tenía suficiente dinero para entrar, me iba al cine».

Juego intelectual y emocional

Según el experimentado jugador, allí las partidas se cerraban en una pizarra en la que se anotaban los jugadores que disputaban partidas denominadas Roda, 31 o 41, múltiples modalidades para un deporte que combina habilidad, capacidad intelectual y control de emociones. «Saber jugar es posible, pero forjar 35 carambolas en una partida a tres bandas o mover las bolas como si fueras un malabarista es algo que se tiene o no», concluye Barrera.

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