Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arranca desde el Port un viaje en vespino por los mares peninsurales

La pareja vespinera recorrerá más de 2.560 kilómetros a lo largo de nueve jornadas de periplo

Tere y Tachu preparando su salida desde el Port. tortajada

Alcanzar todos los mares es un sueño de marineros. Menos habitual es que ese sueño se intente alcanzar sobre el sillín de una vespino. Y sin embargo ese es el reto que se han marcado dos vespineros empedernidos, Tachu Giménez y Tere Bonillo, que ayer comenzaron su aventura desde el paseo marítimo del Port de Sagunt.

Su objetivo es tomar agua y arena de los tres mares que bañan la Península: el Mediterráneo, el Cantábrico y el Atlántico. Para ello tienen previsto recorrer en nueve jornadas los 2.567 kilómetros que se han marcado para su periplo.

La idea surgió de Tachu, un valenciano afincado en Gilet que ya lleva bajo las ruedas de su vespino miles de kilómetros a cuestas en viajes hasta París o Portugal. Pero Tere se animó muy pronto al reto. «Al principio me asustó la idea, pero luego pensé que sería bonito», comenta.

Sus previsiones pasan por realizar unos 300 kilómetros al día, con una velocidad media de 45 a 50 kilómetros por hora. Su intención es iniciar las jornadas temprano para finalizar al mediodía cada una de las etapas y dedicar las tardes a recuperar fuerzas y visitar los distintos lugares por los que harán escala: Soria, Santander, León, Braga, Oporto, Toledo, Munera, San Pedro del Pinatar para acabar en Segorbe, la localidad donde reside Tere.

Para ello cuentan con sus dos vespinos. Tachu lo hará sobre una motocicleta GL reconvertida casi en una moto del París-Dakar, con todo lo necesario para el viaje. Tere al mando de una L de 48 años de antigüedad. «La rescaté hace once años porque estaba abandonada en un pajar y ahora está que parece nueva», señala orgullosa.

Su reto por lo pronto ha atraído de la atención de numerosos medios y en las distintas etapas ya hay grupos organizados dispuestos a recibirles y organizarles actividades y visitas que hagan más atractivo su viaje. De hecho, para Tere ese es el principal objetivo de este viaje, disfrutarlo al máximo. Disfrutar del viaje y, por supuesto del vespino un vehículo que forma parte de los recuerdos adolescentes de muchas generaciones. Y es que, como ella mismo comenta, «quién no ha tenido o se ha subido en un vespino alguna vez».

Compartir el artículo

stats