La medida, que se concreta en la puesta en marcha de un depósito de agua, afecta a cerca de 200 vecinos y a más de 300 parcelas que hasta ahora se suministraban a través de pozos de riegos privados, que no siempre les han asegurado el abastecimiento. A este problema se suman las canalizaciones obsoletas, donde las fugas y roturas de tuberías son constantes, situación que ha dejado a los vecinos sin agua durante días y semanas cada año.
El compromiso que el ayuntamiento ha adquirido con la Conselleria de Agricultura y en concreto con la dirección general de Aguas, «permitirá solventar todos estos problemas», afirmaba el alcalde de Gilet, Salva Costa, ya que la administración autonómica ha acordado colaborar financiera y técnicamente en la instalación de la tubería de impulsión necesaria para poner en servicio el depósito de agua de la urbanización Balcón de la peña que fue construido en 2002. «Es una gran noticia», expresaba el mandatario.
Tras esta primera fase de construcción del depósito quedó pendiente una segunda (la tubería), que lleva 16 años sin ejecutarse, pese a que los presupuestos de la Generalitat la incluyeron durante cuatro años consecutivos, del 2003 al 2007.
En 2008, según fuentes municipales, el criterio de la Generalitat cambió y exigió que fueran los vecinos los que acarrearan con el coste de la tubería, hasta la llegada del PP al ayuntamiento en 2011 que encargó a la empresa adjudicataria del servicio del agua SEASA que acometiera la obra con la partida de inversión, presupuesto que ascendía en este momento a 400.000 euros y que fue aprobado en sesión plenaria
Sin embargo, la situación es bien diferente ahora, ya que la colaboración financiera de la conselleria permitirá liberar parte de ese fondo de inversión, que se reservará para otras necesidades del municipio. Pero además, el proyecto en general supondrá «un ahorro» importante para las arcas municipales que desde hace 16 años vienen haciendo frente a los problemas de mantenimiento de la red de distribución de agua de esta urbanización, lo que el alcalde ha cifrado en cerca de 500.000 euros, «unos 30.000 euros anuales».
Red de saneamiento
Por otro lado, la instalación de la tubería de impulsión permitirá no solo poner en marcha el depósito de agua potable sino que incluirá la construcción de un red de saneamiento de la que carecía la urbanización, que sigue vertiendo sus aguas a fosas sépticas.
El primer paso para esta actuación es la revisión del proyecto, fase que ya está marcha; tras ésta cabe esperar la adjudicación de la obra que prevé realizarse antes de que acabe el año.
