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La Guardia Civil ve ilegal que la guardia rural de Sagunt se arme

El cuerpo había solicitado portar pistolas electricas como elemento de autodefensa en sus patrullas

Guardias rurales de Sagunt en la pasada campaña citrícola. tortajada

La Guardia Civil ha elaborado un informe en el que advierte de que es ilegal que los guardias rurales de Sagunt puedan portar pistolas eléctricas durante sus patrullas por el campo. El Consell Agrari, entidad de la que dependen estos agentes, pretendía que sus agentes pudieran portar una de estas armas en los vehículos con los que realizan las patrullas como medio de autoprotección, según destacaba el concejal responsable de este departamento, Enric Ariño, quien admitía que estaba a la espera de recibir el informe que estaba elaborando la Benemérita.

Sin embargo, el informe, al que ha tenido acceso Levante-EMV, señala que esa reivindicación no se ajusta a la legalidad vigente. Así lo recoge el capitán jefe de la compañía de la Guardia Civil de Sagunt, tras recibir indicaciones de la Intervención Central de Armas y Explosivos de la Dirección General de la Guardia Civil. En el documento elaborado se especifica que, según el Reglamento de Tenencia de Armas, la tenencia de armas está limitada a los funcionarios «especialmente habilitados». En esta línea, el mando del instituto armado en Sagunt señala que solo los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado están autorizados para ello. En concreto, integrados en esa categoría se encuentra los cuerpos y fuerzas dependientes del Estado, las policías autonómicas y los policías locales, quedando excluidos cualquier otro tipo de funcionarios como los agentes de la guardería rural.

En consecuencia, el responsable de la Benemérita señala en sus conclusiones que «al no encontrarse los funcionarios de carrera pertenecientes al Consell Agrari recogidos como Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, están excluidos de la posibilidad de adquirir las defensas eléctricas denominadas armas táser».

Este tipo de armas se caracterizan por provocar un electroshock que inmoviliza a quien sufre su descarga eléctrica. Su uso está autorizado para situaciones de riesgo menor que las que implicarían el uso de armas de fuego. Aunque los daños que provocan son menores, ello no ha impedido que su uso se haya visto envuelto en la polémica ya que ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos e incluso por organismos de Naciones Unidas que han llegado a señalar que su uso puede llegar a constituir una forma de tortura.

Una vieja reivindicación

La reivindicación de que los guardias rurales de Sagunt puedan llevar armas de protección no es nueva. De hecho, estos agentes iban originariamente armados con armas largas cuando pertenecían a la extinta Cámara Agraria. Sin embargo esta situación cambió durante los años 90 al desaparecer la cámara e integrarse como personal del Consell Agrari. Prácticamente desde entonces han estado reclamando que les permitan llevar algún tipo de protección durante las patrullas rurales.

El concejal responsable del Consell Agrari, Enric Ariño, se mostraba comprensivo con esta reivindicación, ya que a su juicio los agentes se encuentran en situaciones potencialmente peligrosas cuando patrullan las zonas de campo. Por eso la alternativa que se estaba barajando era este tipo de armas táser. «No se trata de que vayan armados, sino que en el coche puedan tener una para poder protegerse», señalaba.

Una opción que no parece cuadrar con la actual normativa, aunque Ariño insistía en que todavía no ha recibido el informe oficial.

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