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Sagunt

Los patos no escapan de la polémica

El ayuntamiento celebró ayer la liberación de aves en el marjal con la ausencia de las peñas del Port que propusieron la idea

Unos niños se disponen a liberar a uno de los «collverds» ayer en el marjal de Almardà. provi morillas

Las fiestas patronales del Port de Sagunt pretendían ayer zanjar definitivamente la polémica social y judicial en la que estaba inmersa su tradicional suelta de patos en la cucañas marítimas. La alternativa era sustituir el controvertido espacio del muelle, donde según los expertos -y así lo han refrendado los tribunales- los animales sufren estrés y maltrato al ser sacados de su medio natural, por su propio ecosistema. Las aves dejaban así de ser acosadas y perseguidas por una multitud que competía por capturarlas, y eran directamente liberadas al marjal.

Sin embargo, al final, lejos de cerrar una polémica, la alternativa, promovida por la propia directiva de la Federación de Peñas del Port, terminó desencadenando una nueva. Y es que al final la asamblea que reune al más de medio centenar del peñas porteñas acordó no participar en el acto. El motivo: la sensación de que hacerlo admitían su derrota frente a los animalistas del ANPBA que durante años han denunciado esta actividad prohibida por el ayuntamiento de Sagunt desde 2015 tras acumular seis sentencias condenatorias y unos 100.000 euros en sanciones.

Esta ausencia de las peñas hizo que la actividad de ayer acabase siendo desangelada. De hecho, el acto se mantuvo organizado en solitario por el Ayuntamiento de Sagunt que contó para su realización con la colaboración de Acció Ecologista Agró, entidad que gestiona en centro ambiental de la Casa Penya en cuyo entorno del marjal de Almardà se realizó esta, en principio, festiva liberación de aves. A penas medio centenar de personas participaron en la actividad entre concejales, algunos vecinos, voluntarios ecologistas y algunos niños.

La actividad comenzó a las 9:30 horas, para evitar que tanto los participantes como los animales, se vieran afectados por las horas punta de calor. De hecho, el bienestar de los animales fue una de las prioridades de los organizadores. En este sentido, todo el acto estuvo supervisado por un veterinario. Y fue estricto en su vigilancia. Tanto que incluso reclamó que su liberación se agilizase ya que los animales, a su juicio, comenzaban a presentar síntomas de estrés en las jaulas que los transportaban. Así se hizo y la veintena de collverds, aportados por el Centro de Recuperación de Fauna, recobraron su libertad.

José Gil, alcalde en funciones, destacaba la emotividad que había tenido el acto. «Realmente, ver cómo los animales vuelven a su ambiente y salen volando ha sido muy emotivo», comentaba. Igualmente, se mostró conciliador con las peñas y comprensivo con la decisión de la directiva de la federación de ausentarse de un acto que había propuesto ellos. «La gente de las peñas, tanto el presidente, el secretario y el resto, han hecho lo que tenían que hacer, sencillamente aquella que la asamblea decía». En cualquier caso, Gil señalaba que «el ayuntamiento no podía suspender este acto. Por lo tanto, entendemos la postura de algunos miembros de la federación de peñas, y agradecemos que, en su momento, hayan colaborado».

Recuperar tradiciones

También la concejala de Fiestas, Assumpció Moll, se mostraba satisfecha de como se había desarrollado la actividad. «Estamos muy contentos desde el ayuntamiento. Ha sido un acto muy participativo ya que han asistido muchos niños y muy emotivo al ver a todos los patos volar en libertad en su entorno», destacó. Moll incluso confió en que la actividad tenga continuidad y pueda consolidarse esta suelta ecológica de patos en el contexto de las fiestas patronales del Port de Sagunt. A su juicio se trata de una oportunidad de «recuperar tradiciones de nuestra ciudad».

Acabada la liberación de las aves, los asistentes participaron en una pequeña visita guiada por el humedal y las instalaciones de la Casa Penya. Luego, un pequeño almuerzo donde sí quedó patente la ausencia de las peñas. Y es que ellas eran las encargadas de aportar la bebida. Así que los asistentes tuvieron que conformarse con unas aguas.

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